● Something ●

Ansiaba conocer ese castillo, quería saber si era tan fantástico como lo imaginé y, teniendo esa idea invadiendo mi cabeza por completo, supe que ya no daría marcha atrás... Era medio día, el sol brillaba y una que otra nube se asomaba, para suerte de todos no eran grises: no llovería ese día. Caminé con mis maletas en mano y observando aquel lugar tan especialmente familiar para mis ojos; sonriente, entusiasmada y extrañamente alegre de viajar sola, llegué a mi Liverpool querido. Tomé un taxi que me llevara a casa, comenzó su recorrido por el centro de la ciudad y pude ver, muy sorprendida por el hecho, “la caverna” aún vigente en la Matthew Street. Una risita salió de mí al recordar unas cuantas vivencias bastante importantes en ese lugar, como la vez en que perdí a Sofía entre la multitud de chicas, quien casualmente, terminó de nueva cuenta con los Beatles al ser rescatada por el siempre galán, Paul McCartney; nadie imaginaría que más tarde vivirían juntos. Ese mismo día

-Oye Kate, estaba pensando que aún no has buscado quién diseñe tu vestido ¿Quieres que contacte a alguien?- preguntaba Ringo mientras veía a Kate, quien miraba por la ventanilla del avión que tomaban para regresar a Londres. -Ringo, amor ¿Olvidas que diseñamos la ropa para nuestra propia boutique?- contestó riendo –Yo misma lo diseñaré y sólo buscaré un buen costurero.- agregó sonriente. -¿De verdad? -Sí, ya que no creo encontrar algo que me convenza del todo, mejor yo misma lo diseño. -Tienes razón amor, entonces ¿me ayudarías diseñando mi traje? -Claro que sí amor, será muy bonito hacer eso juntos. -Pero… ¿no se supone que el novio no tiene que ver el vestido ates de la boda?- preguntó realmente preocupado a lo que Kate explotó a carcajadas. -¡No amor! El novio no tiene que ver a la novia con su vestido puesto antes de la boda. Dicen que es de mala suerte- respondió aún divertida. -Ah cierto- comenzó a reírse un Ringo muy sonrojado –Siempre olvido ese tipo de c

Pese a que el evento continuaba, la transmisión se terminó, apagamos el televisor y continuamos con nuestra “fiesta”, en la que para colmo del pobre Rick, todos hablábamos de la buena iniciativa de John al impulsar movimientos positivos aprovechando las ventajas que la fama le daba como “influencer”. -Hey amigo ¿Todo bien?- preguntó Nick -Sí…- contestó Rick un poco cabizbajo -Mira amigo de nada sirve sentirte mal ahora, ¿me entiendes? Tuviste la oportunidad y creo que Delilah te intimidaba.- Rick le clavó a su compañero una mirada venenosa. -Gracias por el apoyo… -Aunque te ofendas, decidiste casarte con otra, ahora debes afrontar las consecuencias y dejar a Delilah ser feliz con quien decidió arriesgarse por ella.- Nick se fue dejando a Rick con una vergüenza e incomodidad difíciles de ocultar, pero su esposa pronto le hizo cambiar de semblante. Después de un par de horas la pareja se retiró. Nick y Dave decidieron ir por un poco más de bebidas, yo estaba en el baño