Yellow submarine...#543
-Hola Julian… hola
Saúl- decía caminando hacia ellos, apenado y con las manos en los bolsillos
-Espera… Julian
deberías entrar a ayudar a papá con las cosas
-Pero…- Saúl insistió
y Julian accedió, Saúl cerró la puerta de un golpe y se acercó hasta a mí con
el semblante más serio que le había visto.
-Eres muy valiente al
aparecerte por aquí, Harrison
-Saúl… yo, permíteme
explicarte…
-No hay nada que
explicar, no soy estúpido y entiendo muy bien las cosas ¿a qué has venido?
-Vine por María,
quiero verla y hablar con ella
-Pues no está aquí-
dijo dándose la vuelta y comenzando a caminar hacia el interior de su patio, yo
había tenido suficiente con las negativas como para que me dieran una más,
además, era el último lugar que me quedaba por visitar, mi última esperanza
para volver a verla estaba en ese hogar.
-Oye… espera, no
aceptaré que me digas eso, la he buscado en todos los lugares posibles y no la
encuentro, sin duda debe estar aquí, no aceptaré tu negativa.- Saúl me miró
furioso y era entendible, pero yo también lo estaba.
-Deberías aprender a
buscar, lamento decirte que has conducido tanto para encontrarte con una casa
llena de hombres que están furiosos contigo, en especial yo. María sigue en
Londres, está con mi madre.- contestó cortante y yo no podía entender cómo es
que ella seguía allá y yo no pudiera dar con su paradero
-¿Qué?, debe ser una
broma ¿están en un hotel?
-Están en la casa de
mi hermana
-¿Su casa? ¿María
tiene una casa?
-¿A caso pensaste que
ella no haría nada por su porvenir?, ¿pensaste en verdad que viviría pensando
que el único lugar donde pasaría los días sería tu casa?
-Ella nunca mencionó
nada
-¿Por qué habría de
hacerlo? Además, si no hubieras estado tan distraído revolcándote con otras,
habrías notado que ella te estaba abandonando
-No me estaba
revolcando con otras- dije furioso
-¡¿NO?!- gritó Saúl
saliendo de su patio y azotando su puerta- ¿entonces les pintabas la uñas?
-No puedes adjudicarme
algo que no hice, es injusto que…
-¿Injusto?, te diré
qué es injusto George, injusto es que a sabiendas del amor y fidelidad que mi
hermana sentía por ti tú le hayas roto el corazón, eso es injusto, que la hayas
hecho menos… pobre imbécil, no sabías lo afortunado que eras con ella a tu
lado… así que te pido, por favor, que te retires antes de que te rompa la
maldita cara.
-No me iré de aquí
hasta que pueda hablar con ella… no me asustan tus amenazas, así que toma el
maldito teléfono y llámala…

Comentarios
Publicar un comentario