Yellow submarine...#556
Una vez estando frente
a él, tomó mi mano y puso en ella el sobre, posteriormente me miro fijamente,
como lo había hecho en el auto...
-Muchas gracias, no
dudo que a todos nos agradará el resultado
-Esperaba que me
pagaran hasta después de ver el resultado
-No hay necesidad de
esperar para saber que será bueno
-De acuerdo... si no
te molesta...
-No te vayas, quiero
hablar contigo
-¿Sobre qué?
-Desde que te dejé a
solas con Roger me miras de una forma extraña, como queriendo evitar emitir un
juicio negativo
-Syd...
-María... esto está
siendo bastante extraño, no era así como se suponían que debían ser las cosas,
pero es bien sabido que aquello que crea la mente jamás se asemeja con la
realidad
-¿Qué quieres decir?
-En mi mente siempre
estuvo el conquistarte pero realmente pensaba en algo romántico... no sé,
quizás por tratarse de ti, pero cada día que pasa, siento que ese deseo está
lejos de concederse.- explicó desanimado y pensativo; sus ojos continuaban en
una órbita difícil de describir, aquella pequeña aureola de color claro que
intentaba asomarse detrás de la dominante pupila provocaba cierta intimidación
en quien le mirara tan cerca como yo lo estaba.
-Syd... yo no sé si
estoy lista para enamorarme nuevamente, me gustas, demasiado, desde que te
conocí... es en serio, sufrí una especie de shock al mirarte por vez primera y
cuando estoy contigo...- él se acercaba a cada palabra que de mi boca salía, me
ponía nerviosa pero me gustaba sentir esa adrenalina, me gustaba su cercanía;
parecía que ambos habíamos olvidado al resto del mundo, pero pronto una fuerte
sacudida nos traería de vuelta a la realidad.
-¡¿María?!- aquella
voz pronunciando mi nombre me heló la sangre, me despertó de golpe y me hizo
mirar de inmediato. Era George.
Ambos nos mirábamos:
yo con miedo y él con sorpresa, la distancia parecía consumirse a cada
respiración; estáticos continuamos observando la reacción del otro.
-Será mejor que nos
marchemos- se acercó de inmediato Delilah tomándome del brazo, yo desperté de
aquel trance y voltee a verla
-Las acompaño- agrego
Syd y ambos me hicieron bajar las
escaleras, de fondo escuchaba los pasos apresurados de George acercándose hasta
nosotros; bajó rápidamente las escaleras, apartó a Syd y Delilah de mis costados
y logró alcanzar mi brazo, me detuvo y se plantó frente a mí. Tenía el ceño
fruncido y yo seguía helada, sintiendo el miedo apoderarse de mí, no un miedo a
George precisamente, sino a las emociones que implicaban estar frente a él de
nueva cuenta después de todo.
-¿Qué demonios María?-
dijo George molesto
-...
Nooooooo noooooo y nunca Nooooooo. ¿Con qué puta cara se atreve a ir y hacerle eso a María? Digo, por si no recuerda él fue el culo roto que arruinó absolutamente todo y todavía se atreve a ponerse así? Espero que María responda de la mejor manera posible...
ResponderEliminarGeorge vete a la mierda, malparido