Yellow submarine...#558

-No creas que necesito ayuda, Harrison, no me asustas- contestó un irritado Barrett, George se soltó de Ringo y corrió hasta Barrett, no lo tomó ni de la camisa, llegó directo a golpearlo; Syd se tambaleó un poco pero respondió pronto a la agresión. Ambos bandos de amigos intervinieron...

Yo me moría de vergüenza dentro del auto de Syd y como no estaba dispuesta a ver algo semejante, bajé del auto y caminé hasta la salida del lugar, Delilah me siguió corriendo, ambas tomamos un taxi para llegar a mi hogar.

Syd y George se detuvieron al instante de verme partir, observaron con detenimiento al taxi alejarse y John procedió a abrazar a George, Paul lo tomó del brazo y Ringo lo hizo caminar al interior.

-Acepta que ya no te ama- rompió el silencio Barrett, Rick lo tomó del hombro para que no fuera hasta George, pero George fue hasta él.

-Te advierto, maldito imbécil, que si me entero que le haces daño, de cualquier forma posible, prometo que iré a romperte la cara ¿entiendes? – dijo en voz baja un Harrison que hervía en su propia rabia. Syd no emitió ninguna replica, se limitó a evadirlo y caminar al interior seguido por sus amigos; los Beatles hicieron lo propio.

Al llegar a mi casa me tumbé en el sillón y mis lágrimas salieron de manera incontrolable, no sollozaba, sólo sentía mis lágrimas caer.

-Estoy harta de todo esto- dije enojada

-María lamento la escena, los hombres son muy salvajes y estúpidos

-¿Qué gana George con fingir de esa manera? ¿Qué gana golpeando gente como si fuera animal? Lo odio.- continué llorando por un rato más y Delilah preparó un poco de té para relajarnos, ambas subimos después a nuestros dormitorios. Alguien llamaba a la puerta, al atender encontré a Syd, con una seriedad inquebrantable; caminó hasta la puerta y se recargó en el marco de ésta, tocó su cabello, su hombro y continuó mirándome.

-Si no dirás nada...

-Te quiero- respondió, mi sangre parecía ir de arriba hacia abajo

-¿Qué?

-María... te quiero, pero estamos cayendo en el absurdo

-Tú fuiste quien llegó a los golpes...

-Llegué a los golpes porque debía defenderme María, no iba a permitir que me rompieran la cara. No fue una batalla de honor, no fue para demostrarte quién es más macho, si Harrison lo hizo yo no- contestó Syd con una evidente molestia

-Entonces, si te sientes en el limbo, estás a buen momento de alejarte- iba a cerrar la puerta pero Syd me detuvo, acarició mi rostro y besó tiernamente mi mejilla

-Piensa bien las cosas María- y se fue.

Mi falta de raciocinio había llegado a tope, había seguido al tal Syd para al fin dar con la casa de María... y sí, ahí estaban ambos, hablando en la puerta de su casa; él había decidido seguir, pero mis esperanzas fueron completamente derrocadas al ver que María lo detuvo, lo abrazó y él se entregó plenamente al aroma de su cabello. Aferrado al volante de mi auto intenté no mirar más. Él se fue, ella entró a su casa...

Esto ya está cerca del final así como Honey Pie, probablemente terminen al mismo tiempo dependiendo de cuánto le escribo a una o a otra. El otro blog también estará actualizado c: