Yellow submarine...#566 (Tres caps.)

-Bien pues no se diga más, les dejo esta tarjeta con el número de la agencia, llamen, digan que irán por parte mía, ya hay una chica a cargo de la dirección pero como es quien está iniciando el proyecto, dudo que quiera ser llamada “jefa”, es de nuestra edad, supongo, y es muy agradable trabajar con ella, su nombre es Kate- terminó sonriente, ella parecía en verdad necesitar de trabajadores, ya que no respiró mientras intentaba convencernos.

-Ahí estaremos, a primera hora- dije sonriente, nos despedimos y subimos a mi auto. Después de que Delilah terminara con su delirio por conocer a Twiggy y lo genial que sería trabajar con ella, recordó aquel tema sobre George Martin e insistió.

-Entonces... estábamos en...

-No me digas que...

-Sí, estabas por decirme si ninguna vez pasó por tu cabeza tirarte a George Martin- yo me reí y ella parecía hablar en serio... lo estaba, así que la miré y mordí mi labio inferior.

-¡Ajá! Lo sabía, sabía que sí

-De hecho... hay algo muy curioso que debo contarte- ella sobresaltó la mirada

-¡Eres una zorra!- ambas comenzamos a reírnos. Llegamos a casa, bajamos y mientras hacíamos la comida comencé con el relato de aquel curioso recuerdo.

-No deberías estar tan emocionada, te desilusionarás

-¿Por qué? ¿A caso su altura no es la misma en comparación al tamaño de su...?

-No, no me refiero a eso y no lo sé

-¡¿Qué?!... bah, ya no quiero saber nada- exploté a carcajadas

-¿Segura?

-Bueno dime...

-Una noche George Martin se quedó trabajando a solas en los estudios, yo seguía ahí porque estaba terminando las carpetas con las fotografías que se utilizarían, eso ocurrió dos días antes de mi renuncia, ya había dado por terminada mi relación con Harrison; cuando salí de la oficina de visuales me percaté de que Martin continuaba en la cabina, entré y le comenté que las fotografías estaban ya en el estante, él asintió, apagó la luz y me pidió verlas. Fuimos y de pronto me sorprendió un “tienes un gran talento” y posteriormente me sonrió a lo que contesté con una sonrisa forzada porque claramente no me sentía bien...

-Y te besó- interrumpió Delilah

-No- contesté riendo –él se percató de mi estado de ánimo y dijo “el que existan personas que no sepan apreciar a alguien con tantas virtudes, no sólo profesionales, sino también personales, no significa que no seas importante”

-Y lo besaste- volvió a interrumpir muy divertida...

¡Hola! 

Sofía, aquí los tres capítulos que te debía, tu madre sí cumple xD. 

Tranquilas las náuseas afortunadamente son benignas jajaja, nada por lo cual alararnos; espero que estén disfrutando los capítulos, ya era justo subir más de uno si no, jamás avanzamos.

Joan: madre no te preocupes, puedes comentar cuando quieras en el otro blog, la cuestión es de que leas la historia jaja.

Doris: ojalá hoy continuemos con esa racha de cero enojo y los capítulos le hayan parecido interesantes 7u7 you know.

Disfruten su domingo, a mí me parecen raros y feos estos días ._.