Yellow submarine...#581
Encontré
a Delilah, ella platicaba con Paul Atkinson de los Zombies...
Ambos
charlaban animosamente, yo sólo me senté ahí a un lado intentando calmar todo
lo que antes habían movido en mí, pedí otro trago, le pregunté a Delilah por
John pero Atkinson me contestó.
-Se
fue...
-¿Cómo
que se fue?
-Alguien
vino a avisarle que su hijo estaba enfermo, muy enfermo y salió inmediatamente.
-¿Julian?
Vaya, espero que no sea nada grave.
-Al
parecer fiebre
-Entiendo...
-Soy
Paul Atkinson...- extendió su manó y sonreí porque ya lo sabía
-María
Monroe- de la nada apareció un chico pálido, de delgados labios rojos y
facciones finas, se dejó caer en nuestro sillón y miró a Paul.
-Todos
hablan de drogas, al principio es divertido pero...- Atkinson le mandó una
mirada que suplicaba no arruinar su momento con Delilah.
-¿Ya
conoces a María?- nos presentó
-Hola,
soy Colin Blunstone, te reconozco de las revistas- me saludó sonriente y
cordial, se sentó a mi lado y le dio la espalda a los otros dos, que
prefirieron seguir en lo suyo. Miré a Delilah extrañada, Paul la había hecho
platicar más que tomar y bailar, supuse que realmente ponía atención a lo que
él le contaba.
-¿Quieres
bailar?- preguntó Colin buscando mi mirada, yo lo miré y sonreí apenada
-Claro...
pero vamos hacia allá- dije señalando una sala que parecía estar sola-del otro
lado ya hay mucha gente- Él sonrió y asintió, bailamos diversas canciones de la
época, incluso sus propias canciones, de pronto comenzó “Heart of Stone” en la
versión de los Rolling Stones. Procedimos a la cercanía, llevábamos ya un rato
platicando sobre trabajo, viajes, gustos y la película en sí; descubrí que era
un raro espécimen dentro de ese mundo tan viciado, era dulce y en cierta parte
inocente, me decía que ellos preferían ser vistos como apasionados por la
música que como conflictivos... y sí, eran conocidos como los “tetos” de la
época por no ser como los demás. A lo lejos pude ver a Delilah, bailaba con
Atkinson y él le hablaba al oído, ella lo miraba con ternura y coquetería, yo
sonreí porque supe que no iría a dormir a casa, lo confirmé cuando ambos amigos
quedaron de espaldas y nosotras con el rostro sobre sus hombros por el baile,
me sonrió y levantó su pulgar; solté una risita y Colin buscó mi rostro.
-Qué
risa tan adorable tienes, ¿qué la provoca?- preguntaba en esa tierna y delicada
voz. Yo moría de ternura por su encanto.
-Nada,
a veces miro rostros e imagino de qué va su momento.
-Oh,
lo he experimentado.- No pude evitar fijar mi mirada en su rostro fino que me
recordó al de Stuart y esos labios delgados, pequeños y bien formados; él me
miró cohibido. Volvió a acercarme a su cuerpo, me sentía rara, pero era lindo
eso hace tiempo no experimentado...
Aghdsjdsjdnsbdkdndbsjsbs Delilah y María en modo sueltas como debe ser jajajajajajaja.
ResponderEliminarPues bueno ya que ninguna tiene ninguna especie de compromiso se vale absolutamente todo 7u7