Let It Be... #587
-¿Cómo estás tan seguro?
-Él no es alguien que pueda atrapar la atención
de María... suena cruel, pero es la verdad.- ambos se quedaron en silencio y
Paul parecía recordar el resto de la conversación. –Ah y respecto a Ringo, él
está muy metido aún en el tema del divorcio, ha viajado incluso a Liverpool
para pasar unos días con sus padres tal y como Pam llegó a hacerlo, quiere
encontrar un poco de paz después de la ruptura. Creo que es algo que todos
necesitamos.- Suspiró profundamente y Sofía encontró el meollo del asunto.
-¿Ha pasado algo Paul?- preguntó preocupada y
él suspiró
-Recibí noticias de Montse- contestó sin mirarla
y ella sintió un nudo en el estómago.
-¿Y es... malo?
-Se casará- después de otro doliente suspiro,
Paul sacó un cigarrillo y lo encendió para darle una profunda bocanada y dejar
que la exhalación de aquel humo justificara su penoso silencio. Sofía
sobresaltó la mirada ¿Montse casarse?, realmente la noticia y el contexto la
tenían perpleja.
-¿Cómo? ¿Con quién? ¿Y te lo hizo saber así
nada más? ¿Por qué?- preguntaba muy ansiosa y preocupada por las emociones de
Paul, ella sentía que era un acto cruel por parte de mi amiga pero Paul
apagaría el ardor de aquellos pensamientos.
-Sí, se casará con Jasso, el amigo de María ¿lo
recuerdas?, vivirán en Canadá. Me lo hizo saber porque la última vez que la vi
le pedí que el día en que ella me perdonara me lo dijera y al fin lo hizo.
-Pe-pero... ¿cómo? ¿Te llamó?
-No- él sacó una carta de su abrigo y la miró
con tristeza y nostalgia –Me escribió esta carta donde me dice que después de
todo este tiempo se siente libre de malos sentimientos “al fin te he perdonado,
he superado todo el dolor que me hiciste sentir”; dijo... que no puede odiarme
y que la felicidad que siente ahora, la hace recordar del mismo modo nuestra
historia. Memoricé esa parte: “Me encuentro bien, estoy en paz. Me casaré y el
entusiasmo y cariño que de mí emanan me impiden conservar un mal sentimiento
hacia ti y es justo que lo sepas. Te perdono.” Ella mencionó que era ya el
tiempo de ser felices de no mirar atrás con ataduras. Terminó la carta
deseándome suerte y con un “te quiero” acompañado de un “por siempre”. Además
me agradeció por darle el valor de hacer algo nuevo con su vida.- él no podía
siquiera disimular la pena que embargaba su pecho que albergaba el más profundo
de los pesares y Sofía entristecida tomó su mano.
-Lo lamento Paul...
-El mayor de mis errores le ha dado la mayor de
sus libertades. Suena descabellado, pero me reconforta saber que a final de
cuentas, hice algo bueno por ella.
-Debes estar orgulloso de ti por tener ese
pensamiento Paul...
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