Let It Be... #591

Alguien llamó a la puerta y él fue a atender casi corriendo cuando reconoció la voz que entraba por el interfón; puso a sus gatos en un lugar seguro y ayudó a su visita con las maletas...

 -¡Astrid! Qué gusto verte ¿Qué te trae por aquí?- preguntó George con el ánimo suficiente para que Astrid lo notara, como cada vez que la veía.

-George- después de darle un abrazo se sentó en la sala junto con Harrison –También me da mucho gusto verte. Vine porque firmaré un contrato temporal con una casa fotográfica.

-¿Estarás fotografiando Ingleses?- preguntó divertido

-No, no tomaré fotografías, seré quien revise y dirija el departamento de difusión e imagen.

-Es raro oír que no retratarás a nadie

-Lo que pasa...-decía apenada –es que he decidido no volver a tomar fotos, todos los que saben que conozco a los Beatles me preguntan por aquellos trabajos pasados, por ustedes y esperan que haga algo similar o bien, usarme como puente de contacto con ustedes, el asunto es... me sentí frustrada y vendí todo mi equipo fotográfico y ahora me dedico a otro tipo de cosas- confesó Astrid sobando uno de sus brazos y mirando apenada a George por tener que contarle lo que aquella amistad estaba significando para su desenvolvimiento artístico.

-Vaya Astrid... lo lamento mucho, perdón, no creí que fuera a repercutir de manera negativa.

-Eso me hace pensar en las tantas veces que deben mencionarle lo mismo a María...-George miró de inmediato a Astrid quien estaba pensativa y claramente no se había percatado de lo que estaba diciendo.

-Tienes razón, debe ser muy incómodo para ella- contestó Harrison lleno de incomodidad

-Lo lamento no era mi intensión.- repuso la alemana sintiéndose como un ogro.

-Imagino que no la has visto...

-No George aún no, traigo mis maletas en mano, acabo de llegar, el taxi pasaba cerca de aquí y le pedí que pasara justo por esa calle afuera de tu casa y recordé que me dijiste que cada vez que viera el buzón abierto es porque estabas aquí y por eso me animé a verte- le contaba contenta.

-Y aplaudo eso... entonces, ¿no tienes un lugar dónde pasar la noche?

-No, ni siquiera he buscado sitios en renta, sólo vine a firmar, se me hizo fácil pero estaba tan emocionada- decía ella con su inglés extraño que tanto nos enternecía.

-No tienes que hacerlo, puedes quedarte aquí... a menos que hayas pensado en otro sitio- Era obvio que Harrison se refería a mi casa.

-No, no había pensado en ningún sitio George- contestó ella sin entender.

-Tengo muchos cuartos vacíos, puedo darte una habitación cerca de los estudios de M... de las salas amplias- compuso él.

-Si no es mucha molestia George... aunque me da un poco de pena parecer tan invasiva.

-No seas tonta Kirchherr, jamás lo serás ¿olvidas que todos te amamos?- contestó abrazándola y ayudándole con sus maletas...

¡Hola! trataré de publicar más seguido para obligarme a continuar con la escritura de la historia jajaja. Las cosas se pondrán muy sensibles e interesantes, como pueden ver, ojalá todos nos sorprendan... más.

Gracias Joan y Miss Roquet por sus comentarios bonitos :3