Let it be...#599

-Mira, esto puede estar malintencionado, ve la foto, Harrison le ayuda a guardar el equilibrio y ella se pone su zapato… desde hace mucho tiempo no me tomo tan en serio lo que dicen los tabloides. Aún así no descartaré la posible relación.

-¿Y no te molesta?- cómo le diría que estaba hirviendo en la salsa de mis propios celos.

-Mira… mejor que sea ella a cualquier idiota, Astrid quizá lo haga entrar en razón y él no podría estar mejor acompañado. Espero que esto lo haga cambiar.

-¿De verdad?

-Sí, ella sabe mejor que nadie cómo es George y ella podría cuidar de él…

-¿Y ella qué recibe a cambio?

-El amor de George- mi voz no sonaba menos agresiva aunque intentaba tener calma y había un nudo formándose en mi garganta ¿Por qué demonios me importaba tanto si andaban o no? Pese a que me tranquilizaba el hecho de que fuera ella y nadie más quien estuviera con George, no dejaba de sentirme triste.

-María…

-No te preocupes, no es la primera vez que pasa- dije sin explicarme bien

-¿O sea que estuvieron juntos antes y tú lo sabías?- preguntó casi en shock

-No, nada de eso. Me refiero que entre Astrid y yo ya había sucedido algo similar.

-No te entiendo- la miré un segundo y supe que estaba verdaderamente confundida, así que suspiré y opté por contarle uno de mis más grandes secretos.

-De acuerdo pero prometerás no mencionar nada

-¿Sobre qué?

-Cuando estuve en Hamburgo viviendo con ellos y yo andaba con Klaus, hubo cierto acontecimiento en Alemania que consternó a los pobladores del país entero, Astrid y Klaus se sintieron mal por el asunto y por sentirse en solidaridad pasaron tiempo juntos que los llevó a… tú sabes.

-¿Pero tú andabas con él?

-Sí, y ella con Stuart

-¿Pero qué demonios?

-Cuando Stuart se enteró ella se fue unos días de la casa dejándonos solos, yo no hablé con Klaus durante una semana. Stuart era lo único que tenía en ese momento y viceversa. El tiempo que estuvimos solos nos dejó claro que…- hice una pausa sintiéndome extrañamente avergonzada

-¿Qué?

-Que Stuart y yo nos amábamos de una forma muy peculiar. El primer día preparamos una cena con muchísima comida y pasábamos el mayor tiempo del día en silencio, hasta que la hora de comer llegó y con ella el vino y con el vino los besos y las caricias…

-Espera, espera, espera… ¿me estás diciendo que te tiraste a Stuart Sutcliffe?- casi salían sus ojos de sus órbitas

-Sí…- contesté tímida

-¡No me jodas! ¡María eres mi nueva idola!

-¿Qué? ¿Podrías ser normal por un momento?

-Es que no puedo, Stuart es una leyenda para las que somos fans de los Beatles y que tú me cuentes esto me emociona, más sabiendo que fueron muy cercanos. Por favor cuéntame más.

-Pues… no sentimos culpa porque sabíamos que era amor y eso fue lo que nos justificó.- suspiré profundamente al revivir aquel recuerdo y sentí una calidez invadirme al igual que un ligero rubor –Debo confesar que nunca había pasado tanto tiempo en una habitación con alguien…

-¡¿Qué?! ¿Haciendo qué?

-¿Qué más?- contesté en un tono obvio y ella volvió a gritar y yo sólo me reí por los nervios.

-¿De verdad?

-Sí. Repetimos tantas veces la primera noche y al segundo día subimos la comida, teníamos todo al alcance y nos duchábamos por las tardes, jurábamos que no pasaría de nuevo y volvía a pasar… esos días aprendí todo lo que del sexo no sabía y fue por él.

-Wow… la cabeza me explotará, no puedo creerlo. Qué emocionante- Delilah casi daba brinquitos en su asiento y yo no sabía qué cara poner.

-Pasamos cuatro días encerrados en esa habitación… claro no sólo era… eso- dije estúpidamente –también pasábamos tardes recostados y él acariciaba mi cabello que se extendía por su pecho cuando yo me recostaba sobre él, además que me dio los besos más tiernos. Lloramos porque nos amábamos pero él quería pasar el resto de su vida con Astrid y yo quería a Klaus. Sabíamos que no podía ser.

-Oye debo preguntar algo, sé que no es el momento pero un día vi una foto de él en la playa y llevaba un diminuto bañador que hacía que un bulto enorme… pues…- ella hablaba tan rápido por atreverse a hacer esa pregunta y yo sonreí un poco.

-Sólo puedo decir que la foto no es trucada y él no llevaba nada adentro…

-¿Entonces eso era real?- preguntó asombrada

-Sí- contesté sonrojada

-¿Y dices que él te enseñó todo en las cuestiones del amor?

-Sí…

-Todo…

-¡Que sí!

-¿Y no te atragantaste?

-Idiota- ella explotó a carcajadas y yo después de toda la tensión comencé a reírme también. Extrañaba a Stuart y recordarlo era un poco frustrante.

-¿Él fue el primero?

-No, fue Klaus

-¿Y qué tal?

-Completamente distinto, pero ese no era el tema mujer, es para que entiendas que con Astrid no tengo ningún problema, es raro que ambas hemos amado a los mismos chicos, y si esto es verdad y él crecerá estando con ella, sería lo mejor que pudiera pasarnos a todos.

-Pero te pone triste

-Sí, lamentablemente. Pero él y yo debemos hacer nuestras vidas de nuevo.

-Espero que esto sea lo mejor, como dices- ambas nos sonreímos, cenamos y nos fuimos a dormir y miles de cosas pasaron por mi mente...

¡Perdooooón por dejarlas tanto tiempo sin capítulos! pero entre el trabajo y mi hermano me impiden continuar con esta importante y hermosa labor jaja. Espero desde lo más profundo de mi corazón que este capítulo, pese a ser breve, les haya gustado, era un secreto de María que tenía muchas ganas de escribir jajaja.

Joan y Doris, prometo que pronto habrá drama y confusión y orgías xD quizá o último no... o no tanto jaja, pero las mantendré entretenidas, lo juro.