Let it be...#6O3

-No es nada, sólo me…-Kate se quedó en silencio al descubrir un par de ojos azules mirándola con preocupación. Se quedó muda.

-¿Y bien?- preguntó él

-Me torcí el tobillo- contestó automáticamente

-Parece que te duele mucho, ven, tomemos asiento. ¿Me permites?- él pasó la mano de Kate por sus hombros y la rodeó con un brazo por la cintura para ayudarla a caminar a una de las bancas del balcón…

Se acomodaron y ella retiró un poco su zapato para ver que todo estuviera en orden y aquel incidente quedara únicamente en una torcedura de tobillo.

-¿Aún te duele?- él preguntó

-Un poco, pero creo que no debemos preocuparnos. Gracias Ringo- contestó ella amable y enternecida por las atenciones de Starr.

-No es nada.- contestó sonriendo -¿Puedo echar un vistazo?- preguntó él y ella asintió un poco titubeante; levantó su pierna y la apoyó en el regazo de Ringo, quien cuidadosamente tocó el tobillo de Kate y movió de maneras circulares su pie.

-¡Oh!- exclamó ella con un poco de dolor

-Mmm…- Ringo seguía observando –Creo que debes descansar un poco, con unos minutos estará bien, al menos que te desespere estar tanto tiempo sentada. Puedo quedarme a hacerte compañía mientras el dolor pasa… claro, siempre y cuando tú lo desees.- Comentaba Ringo, sonriente. Kate seguía perdida en los dulces ojos azules de Ringo.

-¿Bromeas? ¡Eres Ringo Starr! ¿Quién no querría esperar incluso en esta situación contigo?- gritó ella obviando la favorable situación del Beatle haciéndolo reír.

-Tomaré eso como un halago, pero espero agradarte más por ser Ringo y no por ser un Beatle.

-Dalo por hecho- contestó ella con una gran sonrisa. Lo que Ringo no sabía de aquella chica del tobillo torcido, es que era una ferviente fan de la banda y especialmente, de él. Ringo era el Beatle favorito de Kate y para ella, encontrarlo en ese momento era como un sueño hecho realidad. No sabía si el encuentro quedaría exclusivamente en esa noche, si volverían a verse o si la situación se prestaba a trascender, pero estaba segura de una cosa: aprovecharía el momento.

-¿A caso tú no eres la encargada de la revista de moda para la cual ha trabajado también Twiggy?- preguntó Ringo

-Sí, ¿conoces esa revista?

-Claro, todo mundo la conoce hoy en día

-¿Y cómo es que me conoces?

-Hace no mucho fui a ver a Twiggy, ella quería reunirse con Paul y Mary Hopkin, me pidió un favor musical también y te vi salir del lugar… ahora que lo recuerdo. ¿Cuál es tu nombre?

-Kate Savage- ella no cabía en su asombro, Ringo ya la conocía y ella ni enterada.

-Lindo nombre. Me presentaría pero…

-Descuida- contestó ella riendo

-¿Y por qué estabas aquí tan solo?

-Estaba en el otro lado del salón con unos amigos, de pronto quise un poco de aire fresco porque el humo se concentró en esa área… ya sabes- le contó riéndose y ella le siguió. -¿Y tú de quién huías?- ella se sonrojó un poco pero no permitiría que la situación con Richards arruinara esa hermosa casualidad.

-De la multitud. Lamento lo del choque y la bebida, por cierto…

-No te preocupes, lo he tomado como un golpe de suerte- le dedicó un guiño y ella sonrió tímida.

-¿Quieres bailar?- preguntó ella

-Sólo si estás menos adolorida

-Claro- ella contestó entusiasmada

-De ser así…- él se levantó y pidió la mano de Kate, ella nada tarda la tomó y caminaron sonrientes hasta la pista, una vez ahí comenzaron a bailar. Kate no podía ocultar la felicidad que el momento le causaba, y Ringo la hacía sentirse en completa calma. Keith al ver a Kate con Ringo decidió salir del lugar antes de cometer alguna estupidez con uno de sus amigos; sin embargo Waters los miraba de lejos.

-Nadie puede contra un Beatle, ¿cierto?- preguntó aún mirándolos y dirigiéndose a Nick, el cual volteó hacia donde su amigo miraba, para encontrarse con Kate bailando felizmente con Ringo.

-Lo siento viejo- contestó Nick

-Si alguien pregunta… diles que me aburrí- Roger tomó de un trago su bebida y salió derrotado del lugar. Nick no intentó detenerlo porque lo conocía bien.

-¿Y vienes solo?

-No, Paul me acompañó, quizá lleguen John y George, no estoy muy seguro.

-¿Cómo que no estás seguro? ¿No se supone que son amigos?

-Ya no sé si lo somos, no nos hemos visto últimamente, ya ni nos asomamos por los estudios, incluso nos alejamos de George Martin. Cada quien parece tener sus asuntos, es como si The Beatles no importara más.- Ringo platicaba con una evidente tristeza y Kate al escuchar eso se asustó, ¿Cómo demonios una banda como The Beatles no importaría?.

-Deberían intentarlo, son una gran banda, no pueden hacer como si no existiera…-decía ella desesperadamente

-Lo sé Kate… pero a veces intentar no es suficiente- la calma de Ringo era inquebrantable y parecía querer hacer entender a Kate, que había cosas que ya no estaban en sus manos y que si se daba un rompimiento en la banda, debía asimilarse.

Sofía se dirigía hacia las bebidas huyendo un poco de las atenciones de Wyman, estando ahí de pie frente a la barra, sintió una presencia a su lado.

-Whiskey en las rocas, por favor- y aquel tono nasal, tan característico del puerto, la hizo voltear de inmediato. Era Paul.

-Creí que no vendrías- no pudo evitar la sorpresa, una Sofía que parecía volver a la vida con tan solo ver a McCartney. Éste volteó un poco confundido hasta encontrar la mirada de Sofía; él estaba asombrado por verla ahí, en esa fiesta, en un ambiente que ella no concurría, además de verla tan guapa.

-Sofi… ahora que lo mencionas, lo raro es encontrarte aquí- él se giraba hacia ella, ambos se sonrieron.

-Bueno, accedí después de una invitación que me hicieron los Rolling…

-¿Los conoces?

-Por la revista en la que trabajo, ¿recuerdas?

-¡Cierto! Pues es un gusto verte en esta fiestas, pero… ¿Viniste sola?

-Mhmm…-Sofía miró de reojo a Wyman quien bailaba con un grupo de personas –No, vine con mi prima y sus amigas.- contestó un poco nerviosa.

-¿María está aquí?

-Sip…

-Espero verla- decía buscando alrededor

-Claro que lo harás, ¿quieres que nos sentemos?- invitó ella

-Claro- una vez encontraron un sitio pacifico, tomaron sus bebidas y ella lo miraba con atención.

-¿Cómo fue que decidiste venir?

-Pensé que era momento de dejar la tristeza atrás… ¿sabías que Montse se casará en Liverpool, muy pronto?- la miró un poco afligido y ella se petrificó un poco al recordar que en efecto, ya se había enterado de eso.

-Sí Paul… María me lo dijo. Lamento la noticia-Mordió su labio inferior

-Yo no- la miró de inmediato –Eso me dio el coraje suficiente de continuar con mi vida y superar todo de una vez por todas; he estado en proyectos personales que muy pocos conocen y me siento motivado a dejar todo atrás y enfocarme en lo que me hace feliz: la música- él hablaba con determinación y Sofía se sorprendió con este Paul dispuesto a olvidar aquello que debía ser olvidado.

-Vaya, no puedo creer que esté hablando con el Paul que vi la última vez. Me alegra demasiado que desees continuar.

-Eso debe suceder, Sofi, y encontrarte aquí es una buena señal- él la miraba ahora de una manera distinta, Paul ahora notaba cuán hermosa y noble era Sofía y pensar en ella, máxime tenerla cerca, siempre lo hacía sentirse entusiasmado, esperanzado y apoyado; casi suspira mirando a la pequeña Sofi, tan asombrada y alegre de saberlo en calma consigo.

-No sé a qué te refieres…

-Quiero decir que deberíamos vernos más seguido

-¿P-perdón?- Sofía casi pasa mal el trago de la impresión

-Seré honesto y aprovecharé este momento de extraña euforia… para confesarte que estar cerca de ti me hace sentir bien. Creo que nos agradamos y encontramos cierta empatía, deberíamos… no sé intentar conocernos mejor ¿no crees?- Sofía se aferró al vaso que sostenía entre sus manos, intentaba no romperlo o no desmayarse.

-Creo… que es una buena idea, Paul- contestó mirando hacia el suelo intentando ocultar su sonrisa complacida.

-Empecemos bailando un poco, ¿quieres?- Él se levantó sonriente y tomó de la mano a mi prima para caminar felices a la pista y Sofía se olvidó del mundo… y de Wyman, quien realmente no le atraía, sólo le gustaba su amabilidad. Cuando éste los vio, tuvo una reacción similar a la de Waters, sólo que antes de dejar el lugar, decidió llevarse una chica con él. Sofía al buscarlo (al recordarlo), notó que ya no estaba, pero al encontrarse con la sonrisa de Paul, esa sonrisa que tanto amaba, no importó nada más...

¿Qué tal su domingo? Yo odio los domingos porque están antes que el lunes y odio los lunes también.

Intenté hacer este capítulo un poco más largo que los anteriores, esta fiesta ya casi termina, espero que les haya gustado lo suficiente. Por cierto, me encanta esa foto de Ringo *-* ¿No lo extrañaban ya? 

Doris y Joan: en efecto, Kate anda con madre jajajales anticipo que saldrá su adorado "Broken ass" muy pronto, así que esperen la siguiente publicación.