Let it be... #613

-Tengo entendido que han tenido contacto con otros músicos y se llevan muy bien. Si no es Rick puede ser cualquier otro quien robe su atención, además de que cualquiera caería como idiota ante ellas- comenté con sinceridad

-¿Ellas?

-Vamos, sabes bien que María y sus amigas son bastante guapas- John sonrió...

-Estoy de acuerdo contigo. Hablando de María, ¿la viste la noche de la fiesta?- me quedé unos segundos serio al recordar que sí, la vi y además nos habíamos besado.

-Sí, coincidí con ella en el ascensor

-¿De verdad? ¿Y qué tal?

-Al parecer podemos ser amigos

-¿Amigos?- John resopló malhumorado, parecía molesto por la idea de que la única relación que ella y yo podíamos sostener sería sólo una amistad.

-¿Pasa algo?

-Será difícil de entender George pero… No me gusta que sólo sean amigos, creo que ambos deberían intentarlo. Me preocupa su relación o lo que tenga que ver con el tal Barrett, no parece estar bien de la mente. Recientemente me enteré de que sus amigos están distanciándose de él y que ellos mismos confirman que Syd está perdiendo la razón.

-Vaya que tranquilidad me crean tus palabras- dije sarcástico

-¿Qué hacemos?- John estaba preocupado por María tanto como yo podía estarlo y ese sencillo acto me asombró. Sin duda la quería demasiado.

-No podemos interferir en una relación que no nos concierne John, lo que podemos hacer de acuerdo a nuestra situación, es estar para María cuando algo suceda.

-Tienes razón…- Lo siguiente que hicimos fue continuar con la plática de la banda, algunas memorias, otras tantas confesiones y una que otra cursilería. Extrañaba a John y extrañaba a los otros dos, pero parecía que cualquier intento por mejorar la relación, la empeoraba más y más, era frustrante, era insoportable.

Cuando mi madre y Astrid volvieron, ella hizo su maleta para ir con John a ver a Mimi, ella regresaría al atardecer del día siguiente y precisamente, a esa misma hora, John saldría hacia Londres.

Cuando me quedé a solas con mi madre me hizo el mismo comentario que John: Astrid y yo nos engañábamos pensando que teníamos una verdadera relación. Sin embargo le aclaré a mi madre que ambos queríamos estar juntos, sentir que estábamos en algo formal, nos necesitábamos y era lo mejor que podíamos hacer por nosotros, conscientes de lo que eso implicaba.

Las chicas y yo continuábamos en el nirvana viendo a Zeppelin y Robert no dejaba de mirarnos, me preguntaba qué le había despertado tanto interés de nosotras, además de lo evidente, el ser chicas. Terminando “Dazed and confused” Robert hizo una importante presentación de su siguiente canción, aportación clave, debo agregar, para entender las miradas.

-Sin duda esta noche tenemos un gran público- todos gritaron –Y esta audiencia me ha sorprendido, no creí que Dinamarca me haría encontrarme con una de mis más grandes pasiones en la vida- Justo después de esa frase Robert dio un gran suspiró y la mirada volvió hacia nuestro grupo y cuando el resto pensaba que él hablaba de la música, Robert dirigía su mirada a Kate.

Al percatarme al fin de eso, miré en seguida a Kate sin importarme la acción tan obvia que tuve, que de todas maneras no había sido notada por el “Golden God”; Kate tenía su mirada clavada en la de Robert, esbozó una pequeña, tímida y cómplice sonrisa. Lo sabía. Kate tenía un secreto que estaba siendo revelado.

-Esta canción está inspirada en un recuerdo que me ronda cada tanto y hoy es justo darle su momento- John Paul Jones al notar que Robert comenzaba a desviar un poco la presentación de la canción, se acercó a su oído y le hizo cierta observación a lo que Robert contestó del mismo modo. Lo que sea que Plant le haya dicho a Jones, hizo que este último dirigiera su mirada hacia Kate y justo cuando estaba por acercarse de nuevo a Robert, quien se había girado para tomar un poco de agua, se detuvo abruptamente al encontrarse con un par de ojos verdes, claros y radiantes, mismos que eran precedidos por una explosiva cabellera roja y ondulada. Los ojos de Jones dejaron ver un destello provocado por sus pupilas maravilladas al encontrarse con Delilah.

Después de un par de parpadeos John se alejó de Robert y le permitió continuar con la presentación; Robert se burló, al igual que Page, quien notó la timidez repentina de su compañero.

-Esta canción lleva por nombre una frase que escuché hace un par de años, rompiendo cada parte, cada fibra que me conforma: “Babe i’m gonna leave you”- Escuché una risita baja de Kate, al parecer la castaña había roto el corazón de Plant hace unos años.

La canción continuó y nuestro deleite y pasmo  por el talento de la banda iba en incremento y el sentimiento perduró hasta el final del concierto. Yo tenía que conseguir una entrevista con los chicos y los publicistas de la banda comenzaron a repartir los turnos para el encuentro con los chicos, mi prima se puso mal debido a la mescalina, pronto tuvimos que auxiliarla sacándola del lugar; nos sentamos en una de las jardineras que tenía el sitio para que el mareo y las náuseas pasaran, así como las pequeñas alucinaciones. Cuando regresé, casi corriendo por mi turno, tuve que aceptar el último, que conseguí después de insistir ya que no querían dar más permisos a la prensa.

Esperamos alrededor de una hora y yo comenzaba a desesperarme, ya estaba bastante preocupada por mi prima, quería llevarla al hotel y cuidar de ella en condiciones más adecuadas, pero sabía que no debía perder esa entrevista; las tres nos turnamos para sostener a Sofía cuando era necesario, Delilah y Kate compartían cigarrillo cuando un tipo apareció de la nada.

-¿María Monroe?- las tres volteamos y el chico de pronto le prestó atención a Sofi, medio dormida y medio risueña.

-Soy yo- contesté acercándome a él

-Oh… es tu turno para entrevistar a la banda… ¿ella se encuentra bien?- preguntó refiriéndose a mi prima.

-Está un poco elevada, pero comienza a pasar el efecto, descuida.

Después de un guiño y un par de palmadas en el hombro, entré, siguiendo al sujeto que me indicaba el camino hasta el backstage. Él volvió a preguntar si mi prima se encontraba bien y le repetí que sí, pronto el asunto sería confirmado al escuchar a una entusiasta Sofía gritar “¡Ve por ellos María!”, grito que fue seguido por las risas de mis amigas quienes intentaban calmar la euforia post-mal viaje.

Entré a la habitación donde ellos estaban, justo un chico se despedía de ellos cuando me acerqué, estaban de pie creando un semi-círculo, dándome la espalda.

-Caballeros, la última persona de prensa, su nombre es…- el chico miró mi acreditación para ver mi nombre –María Monroe- los cuatro voltearon con total desinterés hasta que me observaron detenidamente. Podía sentir el recorrido de sus ojos en mí, como luces de mapping.

-Gracias amigo- contestó Robert con una media sonrisa

-Los dejo solos- el chico salió de la amplia habitación que era iluminada por las luces de los enormes espejos que tenían en el camerino. Estaba nerviosa, sentía mi cuerpo temblar y pedía porque ni la cámara ni la grabadora se me cayeran.

Sonreí amablemente y ellos correspondieron el gesto, Plant me señaló una silla cómoda y vacía para que tomara asiento, y ellos se sentaron frente a mí en el sillón que estaba frente al lugar vacío.

-María, es un placer conocerte, he leído tu nombre en los pies de foto de algunas revistas y exposiciones. Además de que te vi allá afuera durante el concierto.- Comentó con esa voz felina y sensual, había desabotonado un poco su camisa.

-Es agradable saber que de cierta manera me conoces- contesté sonriente

-Creo que sabes bien que mucha gente te conoce, te sorprenderá pero sé de varios músicos que te tienen bajo su radar- dijo riendo con lo último dicho y palmeó el hombro de Page, quien estaba sentado a su lado izquierdo; Jimmy sonrió y miró el suelo para después estirarse y tomar un pequeño vaso y una botella de Jack Daniel’s.

-¿Gustas un poco de Whiskey?- me ofreció cortésmente

-Por ahora estoy bien gracias…

-No deberías rechazar una bebida, cortesía de Jimmy Page- intervino Plant

-No es por vanidad, si no que durante mis labores periodísticas se me tiene prohibido beber, a menos que sea un evento que implique el consumo de alimentos o bebidas. Ya saben, políticas de la empresa…- expliqué un poco cohibida.

-Será después entonces- contestó Jimmy, sonriendo coquetamente y tomando de un trago aquel whiskey.

-Si no les molesta, comenzaré con la entrevista- hice los mismos gestos coquetos que ellos usaban conmigo y sonrieron complacidos.

-Adelante, que responderemos con gusto- agregó un muy amable, John Paul Jones, a quien Delilah, como su gran fan, llamaba Jonesy…

¡Esto se va a descontrolaaaaaar! (aiuda)

Así es chicas, se viene pura cosa interesante jajaja. Me tomé la libertad de actualizar el blog porque he escrito más, aunque no lo suficiente para sentirme satisfecha jaja.

Sofía: Hija, intento darle una personalidad fuerte y directa a Sofi porque así es como eres, pero le pongo un poco de mi cosecha para disimularle jaja. Me alegra que hasta el momento no estés inconforme con ella.

Karen: ¡Socia! así es, se trataba de una sorpresa esa última publicación jaja qué bueno que te haya alegrado.

Doris: Creo que al fin está sucediendo lo que esperabas y lo que no esperas te encantará (espero D;) jajaja

Joan: ¡Ma! *---* jajaja oyeee que triste que terminara otro fic tuyo, siempre seré tu mayor fan, tal parece jaja.

Michelle: supongo que tendré que publicar el final alternativo de Honey Pie en el blog para que puedas leerlo y estar un poco conforme con un desenlace más optimista xD.

¡Gracias por leer y comentar! me hacen muy feliz :3