Let it be...#6O8

-George…-me tomó del hombro –No me agrada eso ¿sabes?, no te das una idea de lo triste que es escucharlos discutir de esa manera. Ustedes son amigos antes que ser Beatles, no deberían olvidar eso...

Suspiré intentando aminorar el coraje que Paul me había hecho pasar, temblaba porque me era difícil controlar mi ira, pero Astrid me tomó de la mano y me hizo salir al patio, me sentó en una de las bardas de la entrada y me abrazó; después de un par de minutos me pidió que me quedara ahí y ella sacó las maletas. Una vez más tranquilo, decidimos salir.

Abordamos el taxi, llegamos a la estación de trenes y compramos nuestros tickets a Liverpool; compramos café y esperamos sentados en las bancas en silencio, ella se recargó en mi hombro y acariciaba mis manos y yo la rodee con mi brazo, por los hombros. El tren llegó, tomamos nuestras maletas y nos acomodamos en nuestros lugares; para suerte nuestra ese tren no llevaba muchos pasajeros y el vagón en el que estábamos iba prácticamente vacío.

Dormimos durante el trayecto y al despertar, eran las ocho de la mañana, el clima estaba frío, había un poco de neblina, habíamos llegado al puerto; observé por la ventana el paisaje, aquellas calles tan mías viéndome llegar de nuevo, tan suyo también. El sol comenzaba a asomarse y esa sensación de calidez dentro del contraste frío/calor, me llenó de paz.

Astrid despertó y al notar también que habíamos llegado, sonrió, pronto bajamos del tres con nuestras maletas y caminamos un poco por unas avenidas poco transitadas para evitar el caos y la histeria de los fans; me sentía pleno, comprendí que en efecto me hacía falta volver.

Pronto tomamos un taxi, nos llevó a casa y estando afuera toqué la puerta, esperaba ansioso y Astrid no dejaba de mirarme entretenida por la situación… hasta que mi madre abrió y al verme ahí frente a ella, hizo que su gesto serio cambiara drásticamente a una asombrada cara feliz; sonreí con la misma emoción que mi madre y nos reímos un poco, ella saludo efusivamente a Astrid y nos invitó a pasar. Papá en eso momento entraba a casa por la puerta del patio trasero y al vernos sonrió igual que mi madre.

-¡Adelante! Pónganse cómodos, llegan a muy buena hora, tu madre y yo estábamos por desayunar- mi padre nos invitaba feliz. Pasamos al comedor y mi madre comenzó a servir los platos, mi padre mantenía una amena plática con Astrid y yo no podía dejar de observar a mis padres y mi pequeña y antigua casa.

-¿Y qué los trae por acá?- preguntó mi madre mientras comíamos

-Quise venir a visitarlos, necesitaba verlos y estar en casa- respondí tomando la mano de mi madre, quien miró  a mi padre y se sonrieron comprendiendo a qué me refería.

-Al parecer se contagia…- comentó mi padre

-¿Qué cosa?

-Ese sentimiento. Fíjate quee John Lennon también anda por aquí, acabo de encontrármelo de camino a casa- él cortaba sus filetes muy pacíficamente y yo no entendía qué rayos hacía Lennon en Liverpool.

-¿Desde cuándo está aquí?

-Había estado unos días antes de una dichosa fiesta y volvió justo la madrugada en que terminó.

-Vaya… McCartney está ansioso por encontrarlo.

-Pues Lennon no parece muy preocupado por eso. Me contó que visitó a su tía en la isla donde tiene su nueva casa, que ha estado ahí porque quería estar con ella y platicar, así como también visitar distintas partes de Liverpool. Me preguntó por la familia y también por ti y ahí pude darme cuenta que no se frecuentan, lo cual me pareció bastante extraño.

-¿En serio te preguntó por mí?

-Claro, ¿Por qué te extraña? ¿A caso ya no son amigos?

-Bueno… como tú mismo lo has comentado, no nos frecuentamos mucho y pensé que lo que menos quería era saber de nosotros.

-Para nada, dijo que vendría en la tarde a visitarnos, es una fortuna que estés aquí, así podrán verse y platicar sobre todo aquello que tengan pendiente. Especialmente sobre la banda… debo decir, que me pareció rarísimo que no mencionara a los Beatles en ningún momento, habló de sus proyectos en pro de la paz, festivales de música, pero nada de la banda y ahora que lo pienso, tú has hecho exactamente lo mismo.

-¿Qué cosa?

-Evitar a los Beatles, como banda y como amigos- Astrid y yo nos dedicamos una mirada preocupada, ella sabía que no estábamos bien, yo no sabía si quería regresar con ellos porque ya no me importaba la banda.

-No te preocupes por eso, tendrá una solución, servirá mucho hablar con John.- Después de mi respuesta hubo un pequeño silencio que en cuestión de segundos fue roto por el sonido de los cubiertos y los platos, poco después comenzamos otra plática más amable y menos comprometedora.

Mi madre en seguida me ofreció mi cuarto para pasar la noche y a Astrid le ofreció el de mi hermana, argumentando que no tenía porqué soportar mis feos modos para dormir, además de que quizá podía ser incómodo para ambos compartir habitación; Astrid y yo sonreímos y mi papá comenzó a reírse, sin embargo mi madre seguía sin entender.

-Astrid y yo… estamos saliendo, madre- confesé sin mirarla pues mi atención estaba en la deliciosa tarta que mi madre había preparado.

-Oh… ya entiendo- fue difícil ocultar su asombro y nos miraba sin poder creerlo –de ser así… espero que quepan en esa cama- todos reímos y Astrid dijo que no tenía problema en dormir en la alcoba de mi hermana, ella quería darme la mayor privacidad posible.

Terminando nos instalamos en nuestras habitaciones asignadas y me recosté un poco sobre mi cama, vi que mi madre le había puesto marcos a mis antiguos dibujos de guitarras y músicos y que mi padre seguía guardando ahí mi bicicleta después de utilizarla, como si yo aún viviera ahí y él supiera que la iba a utilizar. Pronto todos los recuerdos de mi juventud me hicieron reír, comencé a ver fotografías, escuchar mis antiguos discos y encontré ropa que usaba en la secundaria… ¡me sorprendió darme cuenta cuán delgado era incluso en ese entonces! Buscando bajo la cama y muy al fondo, encontré algo que ni siquiera recordaba.
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Cuando las chicas y yo al fin llegamos a Dinamarca, un extraño mal tiempo nos recibió, estuvimos esperando cerca de una hora a que una lluvia densa pasara para poder salir del aeropuerto; al hacerlo corrimos para encontrar un taxi disponible ya que el resto de la gente, al estar retenida tanto tiempo como nosotras, saldría en búsqueda de un taxi libre cual estampida.

Nos colgamos bien nuestras maletas, Delilah y yo nos preocupábamos por las cámaras, preferíamos salir un poco lesionadas a que les sucediera algo a nuestras herramientas de trabajo; las cuatro nos tomamos fuerte de la mano y salimos corriendo entre apretones y empujones de otras personas que querían ganar un auto libre en cuanto tuvieran la oportunidad. Esquivamos gente, saltamos maletas, nos separábamos breves instantes y nos juntábamos de inmediato, aquello se había vuelto un maratón danés.

De pronto vimos uno vacío, corrimos a prisa, pero estando a punto de llegar, alguien lo abordó y se fueron velozmente, mientras mirábamos decepcionadas nuestra derrota, un imbécil pasó con su auto cerca de la acera, en donde había un gran charco de agua helada… nos bañó completamente, tan rápido fue el suceso que ni tiempo nos dio para movernos o intentar luchar un poco por salvar nuestra dignidad. No. Ahí nos quedamos, petrificadas por sentir drásticamente el agua helada, sintiendo vergüenza y evitando que nuestros insultos británicos sacaran lo peor de nosotras.

Unas risillas se escuchaban por distintos puntos intentando ser un poco discretas, pero sin lograrlo del todo; cogí mis maletas y caminé por el cruce que nos llevaría al exterior del estacionamiento de aeropuerto y las chicas sólo después de unos segundos, me siguieron también. Llegando pronto a la acerca del exterior nos miramos las unas a las otras, empapadas y sin taxi… explotamos a carcajadas por la curiosa llegada al territorio danés.

Pronto sacamos una toalla que sería rolada entre todas para secarnos un poco y algún taxista quisiera subirnos a su auto, pronto abordamos uno y amablemente encendió la calefacción del auto; nos llevó al hotel y entramos todas, pedimos la llave de nuestra grande y lujosa habitación, cortesía de la Rolling Stone.

Nos bañamos, nos pusimos cómodas y pedimos el servicio de alimentos para que nos llevaran algo al cuarto; descansamos y veíamos la televisión intentando entender el idioma y los programas locales.

-¿A qué hora debemos irnos?- preguntó Sofía

-A las seis- contesté mientras revisaba mi cámara, Kate revisó su reloj y después siguió comiendo.

-¿Hay algún código de vestimenta?- preguntó Delilah y las tres restantes la miramos en un movimiento sincronizado, sin mencionar nuestros gestos similares: confusión.

-¿Qué? ¿Por qué diablos existiría un código de vestimenta para ver a Zeppelin?- pregunté haciendo un gesto bastante exagerado como mi tono de voz...

¡Hola chicas!

Disculpen la hora de la actualización, tenía ganas de subir el capítulo y tomé café y me siento nerviosa por otros asuntos que... bueno, decidí hacerlo.

He escrito más cosas y entre esas cosas va... no sé si lo tomen como spoiler jaja pero quisiera saberlo ¿Les interesaría leer algunas memorias de alguno de los Beatles? es decir como si John contara cuando conoció a Alice o algo así. Lo pregunto porque escribí algo parecido,pero no sé si eso les pueda generar interés, por lo tanto conocer su opinión me ayudaría a saber si dejar ese contenido o darle next como a la gripa y el escurrimiento nasal XD (Soy idiota a veces, lo siento).

Lamento que a la mayoría no les guste lo de Astrid y George, pero son necesarias estas cosas a veces para salir de nuestra zona de comodidad... jajaja no sé qué digo.

Me siento medio desanimada por varios aspectos de la vida "rial", es difícil ser un adulto xD, yo quiero escribir fics y tomar fotografías... me iré a vivir al pueblito de suiza donde necesitan gente joven y te pagan por ir allá jaja. Disculpen tanta idiotez, sólo quería sentirme un poco mejor.

Recuerden que Colleen Corby es el supuesto de María :3 a veces pienso que habría sido mejor elegir a una chica que no fuera tan ñoña en aspecto, pero esta mujer era muy bella y encajaba con la María de mi mente, ¿Les agrada Colleen? ¿No creen que se habría visto linda con George? afortunadamente el conoció a Olivia y la historia mejoró (Odio eterno a Pattie jajaja).

Saludos y como siempre: Joan, Doris, Michelle y Karen, gracia infinitas por sus bellos comentarios :3