Let it be...#621
Al día siguiente los Beatles
comenzaron las grabaciones musicales...
Estaban entretenidos en la cabina,
era el medio día, alguien llamó al teléfono y Freda atendió, su rostro cambiaba
conforme escuchaba, colgó y corrió hasta con los chicos.
-¡María no aparece!
-¿Qué?- todos reaccionaron
-Sofía acaba de llamarme, dice que
María no se presentó al trabajo y al llamar a su casa no responde. Sus amigas
fueron a buscarla a su casa, pero nadie atiende. Están seguras de que no está
en su casa ya que, al igual que George, deja su buzón abierto para indicar que se
encuentra ahí. Dicen que estaba cerrado.
-Debemos ir a buscarla, demos aviso
a la policía…-George se levantó de inmediato para tomar un teléfono, y cuando
todos caminaban hacia la recepción, Roger los interceptó.
-Chicos, hola, justamente venía a
buscarlos, sé que María está trabajando para ustedes de nuevo y…
-¿Sabes dónde está? Sus amigas han
dado aviso de que no la encuentran- preguntó de inmediato Paul.
-Sí- todos se mostraron aliviados,
pero no duraría mucho –Ella se encuentra en el hospital principal de la ciudad.
-¡¿Cómo que está en un hospital?!
¡¿Por qué?!
-George, tranquilo…
-¿Cómo quieres que me calme Ringo?
-Al menos sabemos dónde está…
-Ella tuvo un… percance- intentaba
contestar Waters sin saber cómo contar lo ocurrido sin causar un alboroto.
-¿Qué clase de percance?- preguntó
Lennon con un gesto bastante serio.
-Ayer se encontró con Syd en su casa
para recoger un cheque y él… no sé exactamente qué ocurrió, Syd perdió la
cabeza y cuando llegamos ella estaba inconsciente; le han hecho un lavado de
estómago por sobredosis, al parecer él la drogó.- Confesó Waters avergonzado e
irritado por estar metido en ese lío. –De no ser por David no la habríamos
encontrado, no habríamos sabido lo que ocurrió. Él fue por ella, la rescató.-
terminó cabizbajo.
-Ese maldito hijo de puta…-George,
furioso, exigió saber dónde estaba Barrett, Roger se negaba a delatar a su amigo sabiendo que había actuado bajo la
influencia de las drogas, pero Harrison no se dio por vencido, salió de los
estudios y curiosamente, en una camioneta, Syd, siendo observado por Nick y
Rick, se encontraba sentado y más estable. Lennon y McCartney se encargaron de
interrogar a Waters hasta la última palabra y Ringo salió tras de George. Roger
se disculpaba y decía la verdad: no sabía que eso ocurriría.
-¡Baja del auto!- gritaba George
mientras los amigos de Barrett intentaban alejarlo. Syd bajó diciendo que debía
dar una explicación, pero apenas puso un pie bajo la camioneta, George se le
lanzó y de un puñetazo lo hizo caer.
-¡George no!- intentaba detenerlo,
Ringo.
-¡No te metas Richard!... ¡Te lo
dije!- decía George tomando de la camisa a un Syd desorientado por los
empujones -¡Te advertí que si le hacías daño, el mínimo daño, te mataría!- Syd
logró empujar a George pero no tenía las fuerzas necesarias para meterse en una
pelea física. Harrison volvió a golpearlo y aquello pintaba por ser una paliza
asegurada a Barrett, tan incapaz de mover un dedo sin fallar o caerse.
Todos corrieron hacia George, le
quitaron a Syd e intentaron calmar el asunto pero Harrison estaba
incontrolable; lo llevaron lejos de Barrett y les pidieron que se lo llevaran y
ellos comentaron que su madre pasaría por él para internarlo en un hospital
psiquiátrico. Paul preguntó en qué habitación me encontraba y Waters les dio la
información.
Pronto llegaron al hospital,
preguntaron por mí y al ser los Beatles nadie les impidió el acceso; tomaron el
ascensor, Harrison no decía ni una palabra, parecía hundido en sus pensamientos
y mantenía un gesto agresivo. Cuando llegaron al piso donde estaba mi
habitación se encontraron con una sola persona sentada afuera: David Gilmour.
Él al verlos acercarse se levantó y
nadie hizo por ocultar su extrañeza, no lo ubicaban del todo, George permanecía
mudo, sólo observaba de manera penetrante a Dave.
-¿Tú eres...?
-David, mucho gusto, lamento que nos
presentemos bajo estas circunstancias y lamento más lo acontecido.- todos
asintieron y al mirar hacia un sillón contiguo, notaron que había más cosas,
abrigos y bolsos.
-¿Las amigas de María están aquí?-
preguntó Ringo
-Sí, las tres, están adentro con
ella, les di un momento a solas.
-¿Pasaste la noche aquí?- preguntó
Paul al ver a David con un vaso de café express en la mano.
-Sí, alguien debía hacerlo, aunque
mis amigos también estuvieron aquí un buen rato.
-Tú la salvaste ¿cierto?- al fin
rompió el silencio George, conservando ese gesto agresivo y avanzando hacia
Dave.
-Salvar sugiere un heroísmo
incómodo. Fui por ella porque supe que estaba ahí y que corría un riesgo…
-Y tú lo corriste al enfrentarte a
tu propio amigo, por ella.- concluyó Harrison, David asintió y George mantuvo
su mirada en la de Gilmour; cedió su mano buscando estrecharla con la de David,
y éste respondió. –Gracias- Gilmour le dio una pequeña y empática sonrisa.
George parecía ver en la mirada y las intenciones de David algo que a los ojos
de los demás no era perceptible ni a los míos, y con cierto pesar pero mucha
paz le dio un abrazo con un significado que sólo ambos supieron interpretar.
Mis amigas salieron y saludaron a
los Beatles, les comentaron que me encontraba estable, pero muy cansada y les
sugirieron ser positivos.
-Bonitas prendas- dijo Lennon
entrando antes que los demás y acercándose para besar mi frente.
-Hola John- saludé con una sonrisa
un poco cansada
-Pequeña, dicen tus amigas que te
encuentras bien pero supongo que…
-Paul, tranquilo, estoy bien, todo
está bien.
-María, te habría traído flores
pero…- Mencionó Ringo y se sentó a un lado de Paul, detrás de él pude ver a
George recargado en el marco de la puerta, estaba serio, pero al mirarme
parecía conmovido.
-Hola…-saludé tímida e intentando
parecer pasiva, él caminó tranquilo hasta mí, se sentó al otro costado de la
camilla, tomó mi mano y me dio una tenue sonrisa.
-Me sentí frustrado de saber que
pudieron hacerte daño. No sé cómo habría reaccionado de haber pasado algo más
grave. No quiero perderte, María- sus mejillas recibieron cálidas, las lágrimas
enternecidas de George y me sorprendí demasiado al verlo tan asustado y sintiéndose
impotente frente a una situación que me vulneraba y él no podía controlar.
-George, no te preocupes, fue una
estupidez ir sola, pero nadie sabe lo que va a pasar. Ahora, quiten todos esas
caras y olvidemos el asunto, yo estoy trabajando en eso. En unos días comenzaremos
a grabar y debemos estar centrados en ello…
-Pero María…
-George- dije acariciando su mejilla
–Olvídalo, no existirán más errores similares de mi parte- él acarició mi
cabello y sonrió un poco.
-No eres tú quien los comete, nena-
nos miramos enternecidos y John fingió toser para recordar que estaban ahí
también. Platicamos un rato más mientras esperaba a que los doctores me indicaran
el alta y salí dadas las cuatro de la tarde; mis amigas me habían llevado ropa
cómoda.
Kate condujo hasta mi casa llevando
con ella a Delilah y Sofía, quienes invitaron a David y él, un poco tímido y
serio aceptó. Los Beatles viajaron juntos en el auto de George, todos pasaron
un rato más en mi casa para asegurarse que estaba bien. David había pedido que
lo dejaran cerca de la casa de los Floyd pues todos tenían un asunto importante
que solucionar respecto a Syd; nadie diría nada, fue lo que pedí, Syd tendría
mucho solucionando su propia vida.
Astrid llegó a mi casa cuando
estaban los demás ahí, Delilah y Sofía estaban incómodas con ella, salvo Kate,
quien no tenía ni idea, sin embargo la tarde transcurrió tranquila hasta que
tuvieron que irse debido a que se reunirían con sus familias para el festejo de
“Año nuevo”. Sofía prometió mentirles a mis padres diciendo que me ausentaba
debido a un viaje de trabajo, todos viajarían a Liverpool salvo Kate y Delilah,
que viajarían a Irlanda y Cambridge respectivamente.
George prometió llamar y estar al
pendiente, Astrid prometió lo mismo y parecían estar cómodos el uno con el otro
y a final de todo, comprendía la situación, estaba lista para que todo en la
vida “lo dejara ser”.
Se fueron dadas las cinco de la
tarde, dormí la hora siguiente y al despertar tomé una ducha, me quedé ahí un
buen tiempo intentando no sentirme como una estúpida o la mujer con la peor de
las suertes. Al salir me cambié y mientras me miraba al espejo pensé que no
sería así como pasaría mi festejo de año nuevo, así que me deshice de look en
pijama.
Me puse un vestido negro, largo con
algunos detalles florales, de manga corta, unos botines guindas e hice un
ondulado ligero a mi cabello; el maquillaje era el usual. Al bajar saqué una
botella de vino y la serví en una copa, encendí la fogata y me quedé pensando
en qué haría para cenar.
Estaba por llamar a mis padres para
preguntar cómo iban sus preparativos y disculparme personalmente, cuando
alguien llamó a la puerta. Después de lo acontecido con Barrett salí un poco
temerosa; al preguntar quién era, alguien contestó del otro lado “No soy Syd” y
su voz me trajo calma además de causarme risa su comentario. Así, al abrir, me
encontré recargado en uno de los marcos a David Gilomur, quien sonreía
ampliamente.
-David, hola… ¿Qué haces por aquí… a
esta hora?- dije mirando mi reloj pulsera.
-María…- contestó mirándome de pies
a cabeza –Yo… recordé que escuché a tus amigas decir que te quedarías en la
ciudad y pasarías sola esta noche. Curiosamente mi familia está en Italia y no
pude estar con ellos tampoco así que pensé, que después de todo lo que pasaste
no deberías quedarte sola…
-¿Ajá?
-Y bueno… esa no es una manera de
pasar Año nuevo- concluyó aún sonriendo y yo estaba intrigada, pero sonriente
también. –Así que andando por aquí y teniendo todo esto en mente… pasé por
pollo frito estilo americano, recuerdo que te agrada. No es una cena lujosa ni
apropiada, quizás, pero…- Yo comencé a reírme y me acerqué hasta él para
ayudarle con las cajas del pollo frito.
-El pollo está bien. Pasa.
-Espero no ser inoportuno, veo que…-
se refería a mi ropa
-Oh, para nada, estoy sola en serio.
-Qué bueno… es decir, que no
interrumpo.
-Nunca…- Estando adentro le invité
una copa de vino, acomodamos el pollo en un platón grande donde pudiéramos
calentarlo, así como los complementos que traía, le dije que sólo faltaba un
postre y preguntó por unos ingredientes en especial; al comentarle que en
efecto, contaba con ellos, él se limitó a decir “manos a la obra”. Mientras
reunía en la mesa de centro de la cocina, todos los ingredientes, pude
observarlo mejor y me di cuenta de que iba vestido de una manera especial para
la ocasión, refiriéndome al festejo.
Me conmovía y me hacía sentir de una
manera agradable aquel gesto de David, me di cuenta que era un ser adorable y
que muy a su manera, podía ser la compañía más atenta y generosa.
Mientras preparaba el postre usó mi
mandil de cocina para evitar mancharse, también tenía problemas con su cabello,
pues lo llevaba suelto y le estorbaba, así que le pedí que se sentara en el
banco de la barra que era desayunador y mientras él continuaba en su labor, yo
recogía delicadamente su cabello en un moño alto pero no muy apretado para que
no le incomodara. Cuando metimos la mezcla al horno él se miró en un reflejo y
hacía bromas sobre su peinado hermoso y mis “manos maravillosas de estilista”;
escuchamos música bebimos más vino y de pronto el timbre sonó de nueva cuenta.
Salimos a atender y escuchamos la
voz de Waters quien podía notarse, venía acompañado. David soltó su cabello
dando por hecho que se trataba de sus amigos y que burlas podían llover; abrí y
en efecto eran ellos, quienes llevaban más comida, alcohol y flores con una
nota adjunta donde se disculpaban por lo de Syd, cuando ellos no tenían porqué
hacerlo.
Roger me pidió un momento a solas
donde se disculpó personalmente no sólo por el percance, sino por la conducta
tan rara y cortante que había tenido conmigo durante mucho tiempo y al ver la
dificultad que tenía para expresar sus emociones y su compleja personalidad, le
creí y me limité a regalarle un abrazo sincero; finalmente nos considerábamos
amigos, como con todos los demás. Había hecho una amistad sana con cuatro
chicos que no me frecuentaban como otras personas, pero que ahora eran igual de
importantes para mí.
Posteriormente cenamos, bebimos,
bailamos (incluso entre ellos), jugamos y charlamos sobre diversos temas, a
veces hacíamos confesiones de temas embarazosos y otros más “sensuales; David
confesó por qué le gustaba practicar sexo oral a las mujeres: “me gusta bajar y
ver que disfruta. Incluso es sano para el alma”, contaba divertido escuchando
las carcajadas de sus amigos y haciendo ese gesto con sus labios que
normalmente hacía al hablar; yo dejé caer lo que tenía en la mano al escuchar
su confesión mientras hacía esa mueca seria y coqueta y mi mirada se fijaba en
sus labios rojos y gruesos.
Ambos durante la noche nos
dedicábamos sonrisas y miradas constantes, finalmente aquel tipo al que no toleraba,
ahora se volvía parte de mi vida, en mi interés e incluso un protector. Pensé
que si George había encontrado amor y tranquilidad en Astrid, entonces yo podía
hacerlo con David, quien había dejado muy en claro estar dispuesto a todo sin
esperar nada a cambio. Había llegado el momento de dejar a la vida “ser”.
La noche continuó entre risas y
cantos y les dije que podían pasar la noche ahí; cuando todos estaban dormidos
llamé a casa y el festejo seguía. Hablé con mamá, papá, mis hermanos, mi
cuñada, con Sofía y sus padres quienes se encontraban ahí, al igual que Paul,
quien al terminar el festejo con su padre, sintió la necesidad de ver a Sofía y
aprovechando que estaban en Liverpool, fue a mi casa para recibir el año junto
a ella y formalizar con un beso su relación, comenzando así el año de 1969...
¡Qué onda morritas!
Les diría tantas cosas y al final no les diría más que lo mismo... lo único que nuevo es que he tenido días bastante introspectivos y eso es el infierrrrno jajaja.
Gracias por sus comentarios, como siempre y espero que hayan disfrutado el capítulo c:
P.D. Deberían buscar videos de David Gilmour hablando francés *-*


A la madre ese pinche gif!!!! 😍😍😍😍😍😍 *inserte muchas veces el emoji de ola*
ResponderEliminarOK... Ya voy a leer jajajaja
Jajajajajajaja no mamaaaaar a huevo! Sabía que Don Gilmour Dios de la Sensualidad andaba de perro con la María pero es taaaaaaan pinches cute :3 y qué genial que en pleno año nuevo la fueran a visitar. Me imaginé a David siendo tan hot como siempre con esa pony tail con lazo xD.
ResponderEliminarMe ha agradado también el cambio pequeño que ha tenido Roger; muy a su estilo pero trata de remediar las cosas.
George... oh George, disfruté mucho la putiza que le metió al pendejo de Syd. Aunque eso no significa que lo ame de nuevo.
Pd. Si pido un deseo ¿Será que Led Zeppelin me visiten éste año a mi casa?
ohh que manera tan genial de empezar el año *-*
ResponderEliminarjajaja
este capitulo fue genial solo por el hecho de que Maria estuvo tranquila y contenta por fin xD
te amodoro ma n.n
Me muero de ternura!!!😍😍
ResponderEliminarOoooowww hermoso. Ya quisiera así que me consideraran en su círculo social como María es considerada por los Floyd pero vuelvo a mi realidad y digo: "Yo no tengo vida social" 😢😢😢😢😢😢 so saaaad so saaad
ResponderEliminarQue ande con David al menos sea un affair. Sería súper!!