Abbey Road...#641
Eran
las seis de la mañana y Londres estaba extrañamente silencioso, desperté al
escuchar el teléfono sonar; caminé descalzo por los pasillos de mi casa y se
sentía el clima un poco frío, cuando contesté, escuché a Astrid del otro lado.
-¿George?
-¿Astrid?
¿Está todo bien?
-Sí…
bueno, el trabajo, todo el trabajo ha terminado…-decía con una notoria seriedad
pues ella había pasado varios meses viajando a Alemania y Londres y otros
lugares, recuerdo que había intentado terminar con la relación pero ella
parecía aferrarse y no entendía por qué, yo quería darnos la libertad que
necesitábamos, aquella farsa no podía seguir, pero afortunadamente, esta
llamada lo definiría todo.
-Esas
son buenas noticias…
-Sí,
lo son, estoy muy orgullosa de todo lo que logramos.
-Entonces
¿Te espero?- sentí que debía preguntar aquello aunque no quisiera,
principalmente para dar pie a la
conversación, pues la situación era evidente.
-George,
pese a que mi trabajo ha terminado aquí, no puedo decir lo mismo sobre mi
estancia en Hamburgo.
-Eso
quiere decir que…
-No…
no volveré George- sentenció con pesar y yo me quedé en silencio, pensaba en
por qué ella tuvo que esperar hasta ese momento para terminar con algo que en
sí ya no tenía vida.
-Entiendo
Astrid, está bien.
-Sé
que hablamos de esto antes, pero me gustaría reiterarte que me encantaría que
nuestra…
-Nuestra
amistad no tiene porqué verse afectada Astrid, sucedió lo que tuvo que suceder.
Terminó lo que tuvo que terminar. Estamos bien.
-¿De
verdad?
-Sí.
Espero que te vaya muy bien de ahora en adelante, siempre me tendrás como un
buen amigo.
-George,
no sabes cuánto te quiero, muchas gracias.
-En
los próximos días enviaré las pocas cosas que quedan de ti aquí
-Cierto,
lo agradecería mucho, eso me recuerda ¿Has encontrado ya una casa?
-Sí,
la he encontrado y no te imaginas lo feliz que estoy, aunque un poco preocupado
por toda la inversión que tendré que hacer. Al menos ya tengo un incentivo para
ponerme a trabajar en el nuevo álbum.
-Bueno,
quizá exageras, no es como si fueras a comprar un castillo- dijo ella riendo y
yo reí más fuerte. Si supiera.
-Agradezco
tu llamada Astrid, iré a descansar, en la tarde me tomaré el tiempo de llamar a
las personas que te entregarán tus pertenencias.
-Gracias
nuevamente George, por todo.
-Adiós.-Nos
despedimos y me senté en la sala, observando el exterior.
Parecía
una mañana surreal, había mucha neblina en mi patio, tanto que no podía ver el
fondo de éste, el cielo estaba un poco claro pero parecía que estaría gris
estando bien entrada la mañana; hacía frío y mi casa estaba silenciosa, pero no
se sentía como antes, quizá el saber que las cosas se arreglaban poco a poco
había desaparecido la pesadez en todo.
Me
preparé un té y comencé a hacer las llamadas correspondientes a algunas inmobiliarias
para que me ayudaran con el traslado de las cosas de Astrid, también comencé a
buscar a algunos diseñadores de interiores para que me acompañaran a ver el
Friar Park ya que, si todo salía bien, ese mismo día me convertiría en el nuevo
dueño del lugar.
Eran
las diez de la mañana, David y yo estábamos listos para salir de Liverpool,
teníamos los boletos del avión, las maletas listas y yo dejé un gran recado
para mis padres y aseguré bien la casa, era momento de partir.
Ambos
llegamos por la tarde a Londres, pedimos un taxi que me llevara a casa y
después lo llevaría a la suya; nunca antes me había sentido tan feliz de estar
en mi hogar. Llamé en seguida a Sofía para avisarle que ya estaba en casa y
preguntarle cómo había estado todo el asunto en la oficina, ella me comentó que
Kate quería hablar con nosotras sobre un “tema importante” y nos citó en el
café que estaba cerca de las oficinas de la revista. La reunión se daría a las
cinco de la tarde, así que tenía un par de horas para descansar un poco.
Tomé
mi auto y lo conduje felizmente hasta el punto de reunión, también lo había
extrañado, pese a que Liverpool siempre sería casi como mi corazón, me había
acostumbrado bastante a estar lejos de casa, a tener mi propio espacio y mis
propias cosas. Una vez cerca del sitio, estacioné el auto y caminé hasta el
Café donde ya estaba Sofía y Delilah compartiendo un cigarrillo e
intercambiando palabras; me acerqué feliz hasta ellas y las saludé con mucho
entusiasmo teniendo de vuelta un par de miradas muy extrañadas por mi reacción.
Comencé a reírme y las abracé.
-No
me miren así, mejor salúdenme como se debe.
-¿Y
a ti qué mosca te picó?- preguntó mi prima
-Ninguna,
sólo las extrañé, creo que me he acostumbrado demasiado a ustedes y por eso
estos días parecieron mil años.-contesté
-No
le creas Sofi, sólo quiere remediar un poco el mal de hacernos sentir como
plato de segunda mesa, ahora que vio a sus verdaderas amigas-pronto intervino
Delilah y las tres reímos.
-Sí,
vaya que te extrañaba.
-Nosotras
a ti también, primita.
-Esa
Kate es buena para poner horarios, pero muy mala con la puntualidad- dijo
Delilah.
-Mira
que si de impuntuales hablamos…
-Creo
que esto era lo único que no extrañaba de ti- me contestó
-Ya
lo creo- pronto vimos a Kate cruzar a la avenida y todas entramos al lugar,
pedimos nuestra orden y comenzamos a ponernos al día.
Sofía
nos contaba que su vida al lado de Paul era tan perfecta que no podía creerlo,
él la trataba demasiado bien y ella ponía en duda sus buenas intenciones,
sentía que siempre había una situación desfavorable detrás de las atenciones de
un Paul que simplemente se encontraba bastante enamorado.
Por
su parte Delilah nos decía que John, al igual que Paul, había decidido
proponerle una vida juntos, comenzar a compartir el hogar, por ejemplo y ahora
ambos estaban en la búsqueda de un nuevo sitio, lo que me recordó a George,
pero supuse que ninguna tendría idea de qué pasa con él, pues Sofía no había
vuelto a mencionar nada.
Yo
les conté a grandes rasgos lo que sucedió en mi estancia en Liverpool, le di a
Delilah los saludos que Pete le había mandado y ella rió con la anécdota que
les conté.
-Ahora
que ya sabemos lo que ha pasado en los últimos días, es momento de que la
señorita piernas bonitas, nos saque de tanta intriga-comentó Delilah.
-No
sé si hacerlo o cómo hacerlo…
-¿Es
malo?- preguntó Sofía
-Para
nada, pero me gustaría hacer esto más emocionante teniéndolas en suspenso-
comenzó a reír Kate, salvo nosotras quienes la mirábamos fijamente.
-Bueno,
que tengas una bonita tarde- dije levantándome y Kate me detuvo, todas reímos y
nos quedamos en silencio de nueva cuenta.
-Bien,
tranquilas, lo haré ya. Ringo y yo nos casaremos- soltó de golpe y todas nos
helamos.
-¡¿QUÉ?!-
gritó Delilah -¡Me estás jodiendo, cierto!
-Shhh…
-¿Cuándo
te lo propuso?- preguntó Sofía muy entusiasmada
-Durante
el rodaje de su película, estábamos en el hotel y de pronto, antes de dormir,
él me pidió matrimonio. Casi me muero chicas, no lo podía creer.
-¿De
verdad? Wow no me lo creo- continuaba Delilah
-¿Y
ya te lo ha dado?- pregunté
-¿El
anillo? Sí- contestó Kate como si no fuera nada del otro mundo.
-¡A
ver!- pedimos todas, Kate levantó su mano y nos dejó ver un delicado, sencillo
y seguramente muy costoso anillo de compromiso. Todas gritamos porque a veces
no podíamos evitar ser tan absurdas.
Kate
no podía dejar de sonreír, todas estábamos felices y comenzamos a pedir las
ideas que ella tenía para los planes de su boda, nos sorprendimos al saber que
ella no había pensado en casi nada, Delilah casi sufre un infarto, ella siempre
quería saber todos los detalles.
-Podemos
ayudarte con el vestido…
-Lo
diseñaré yo…
-Pues
a que elijar el diseño perfecto- decía Gainsbourg muy emocionada.
-¡Y
el lugar!- añadió Sofía y yo estaba muerta de risa.
Pasamos
alrededor de dos horas planteando todas las ideas posibles para la boda de Kate
y Delilah anotó todo en una pequeña libreta que llevaba en su bolso, era quien
parecía más emocionada con la temática que la modelo quería para su fiesta
especial; preguntamos por Ringo y Kate riendo, nos dijo que él no tenía ni idea
y que la mayor parte del tiempo decía que sí a todo.
Al
terminar salimos teniendo la noche ya bien presente, subieron a mi auto y les
dije que podría llevarlas a sus casas, pero Kate mencionó que debíamos ir a la
casa de Ringo, pues era muy probable que los demás Beatles estuvieran ahí;
pensé preguntarle “¿Y eso qué tiene que ver?” hasta que recordé que ellas
estaban involucradas con ellos y era un asunto que a veces olvidaba.
Cuando
llegamos a casa de Starkey, Kate bajó del auto para abrir el portón y el auto
pudiera entrar, una vez subiendo de vuelta entramos para recorrer el gran
camino que se abría paso entre los vistosos jardines de la casa del baterista;
al estacionar el auto pudimos ver que en el patio trasero se encontraban los
Beatles compartiendo un Habano, cosa que nos pareció bastante extraña debido al
distanciamiento que habían mostrado en los últimos años.
Ellos
miraron hacia el auto y parecían tan tranquilos que no mostraron ninguna
sorpresa o algo parecido; así pues, bajamos y caminamos hasta ellos. Las chicas
dirigiéndose con su respectiva pareja, dedicándose sonrisas, mostrándose afecto
y entre esos felices noviazgos, George se asomó. Ambos nos miramos con cierta
diversión al notar que éramos los únicos que no estábamos representando ninguna
escena romántica.
-¡María!
Vaya milagro, ¿al fin las brisas del puerto te lanzaron hasta acá?- preguntó
John, acercándose para saludarme.
-Ya
era hora de que lo hicieran- correspondí a su abrazo.
-¿Podemos
preguntar por qué los Habanos?- preguntó Delilah porque ella jamás podía
quedarse con la duda de absolutamente nada.
-Estamos
festejando- contestó Paul, quien abrazaba a Sofía por encima de los hombros.
-¿Festejando
qué?- preguntó Kate
-¿Pues
qué más?- contestó Ringo abrazando también a Kate.
-Felicidades
chicos...-agregó Paul
-Los
chicos se emocionaron con la noticia de nuestro compromiso Kate.
-Esto
sí que es nuevo...-contestó ella y todos sonreímos.
-Sin
embargo no es la única razón por la cual compartimos estas delicias- agregó
George.
-¿Ah
no?- preguntamos, las chicas.
-No-
contestó sonriente
-George
compró una casa y vino a presumirnos la noticia- complementó John.
-¿Es
verdad George?- pregunté entusiasmada
-Así
es. Una hermosa reliquia que queda a las orillas de esta gran ciudad, quisiera
presentárselas. Muy pronto será- contestó orgulloso.
-Muchas
felicidades George, pensé que jamás te decidirías- le comenté
-Es
que no había puesto atención en los pequeños detalles...
-Oye
George, imaginando que esa casa es tan grande, tal y como has dicho antes, mi
única duda es ¿Con quién la vas a compartir? Es decir, Astrid y tú han
terminado oficialmente su relación- comentó John y todos miramos a George con
cierta sorpresa, en especial yo, no creí que dicha ruptura sucedería tan
pronto, pensé que ese eterno cariño y deseo que habían tratado de ocultar
siempre, duraría más tiempo teniendo ahora la oportunidad de vivirlo.
-Nadie
está obligado a compartir un hogar...-respondió George, feliz, como si su
ruptura no importara demasiado, parecía más satisfecho con su nueva
adquisición.
-¿Qué
les parece si cenamos algo? La casa invita- dijo Ringo y todos entramos a su
bonita y cálida casa. Ahí todos pusimos manos a la obra, preparando bocadillos,
bebidas, postres, una cena completa que no teníamos idea si nos la
terminaríamos o no.
Mientras
acomodábamos las cosas en la mesa como servilletas, cubiertos, etc.(tarea de la
que nos encargamos Harrison y yo), otros ponían música y otros iban a comprar
algunas cosas que habían hecho falta.
-Quisiera
que fueras...-dijo George a un lado mío mientras acomodaba un tenedor sobre la
servilleta.
-¿Cómo?
¿A dónde?- pregunté un poco confundida
-A
mi casa- ambos terminamos de “poner” la mesa y nos apoyamos en las sillas que
teníamos enfrente.
-¿A
tu casa?
-Sí,
me gustaría que fueras la primera persona en visitarla... es decir, por obvias
razones me inspiras más confianza y necesito a alguien para contarle mis planes.
Además siempre tuviste las mejores ideas para decorar interiores- decía
sonriente y entusiasmado, de pronto recordé a su mamá y nuestra breve charla en
Liverpool.
-Claro
George, me encantaría ir, me intriga saber qué lugar elegiste ahora para pasar
tus días.
-Excelente.
¿Mañana es un buen día para ti?
-Sí,
pero sería después de las cuatro de la tarde, antes tengo unos asuntos que
arreglar en la radiodifusora.
-Por
mí no hay ningún problema.
-De
acuerdo, de todas maneras puedes llamarme.
-Lo
haré- ambos nos sonreímos y pronto todos cenamos.
Era
una de esas noches mágicas porque no hubo discusión alguna, habían bromas,
anécdotas, música, baile y todos proponíamos cosas para la boda de Kate y
Ringo; era extraño que todos nos sintiéramos involucrados en el festejo de esa
unión, probablemente nos inspiraba un poco de esperanza, como si las cosas fueran
a mejorar entre todos nosotros, como si aquello nos ayudaría a reforzar la
amistad o quizá que algo bueno vendría después.
Subo capítulo a esta hora, porque me dieron ganas de hacerlo y de contarles que ahora sí le estoy trabajando arduamente a la nove y me emociona bastante estar escribiendo los acontecimientos finales. Como el siguiente mes será laboralmente pesado para mí, es muy probable que la historia termine entre Julio y Agosto... así es, ya les vengo manejando fechas aproximadas. Y no es que aún haya un montón por leer sino por las pausas de escritura que estaré obligada a hacer y por los días en que tenga la oportunidad de publicar.
Doris: Tom es de Pam, no le podemos quitar a su nueva pareja jajaja.
Joan: Es bonito que te emociones con cada pedacito de "recuerdo" jajaja. Nuevamente habrá flashbacks.
Michelle: Yo sé que David es una cosa hermosa que hice que te gustara jajaja, pronto se aclarará el asunto de Roger y su pseudo declaración de amor a María xD.
Gracias por comentar y leer, son unos amores :3
Son muchas noticias en un solo capítulo, esto es demasiado para mí jajajjaaja
ResponderEliminarPrimero que nada debo decir que George en esa foto se ve jodidamente sensual *-* perdón hija pero yo amo a George de esa época 😍
Segundo, no sabes como me alegra que Astrid haya decidido dejar a George jajajjajja pensé que nunca llegaría ese momento, soy feliz gracias jajajajja
Tercero. ¡Kate y Ringo! Ahora entiendo tu pregunta del otro día jajajaja que emoción hijaaa jjajaajaja que bonitoo
Y bueno lo que cerró con broche de oro fue esa intención de George con María, simplemente lo mejor! Por qué no se casan de una vez y tienen hijos sexys? Jajajaja ok me calmo jajjajaja amé el capítulo de principio a fin :)
Ahora me voy porque también yo tengo que subir capítulo jajjajja
Te quieramo hija ♡
Noooooo maaaames la pareja más bonita se va a casar!!!!!! :3 eso estuvo muuuuuy cute. Jajajaja a mi también me hubiera dado casi la trombosis jajajaja.
ResponderEliminarGOSH! No sabes cómo me regocijé en el ultra bateo que la señorita cara de arena para gato le dio a George broken ass jajajajaja fue una de las mejores partes.
Pd. Tom... </3 :(
❤❤❤
ResponderEliminarQue bonito capitulo ma, todos juntos otra ves n.n
ResponderEliminarte amodoro!