Abbey Road... #658


1 de Agosto de 1969.
Eran las diez de la mañana, desperté gracias a que la luz del sol entró golpeando fuerte por la ventana de mi habitación, sentía que la cabeza me reventaría y me levanté con gran esfuerzo. Bajé a la cocina y tomé algo para la resaca, lavé mi rostro en el baño de la planta baja, llevaba una camisa holgada y unos bóxers femeninos.
Salí a revisar el buzón mientras llevaba una taza de té en mano y caminaba descalza, tomé el periódico que llevaba una fotografía de Ringo y Kate en la portada, causándome una sonrisa; descubrí que tenía algunos sobres en el buzón, los tomé sin prestarles atención y volví al interior. Una vez acomodando los sobres en la mesa de centro de la sala, mi atención fue robada por una hoja que parecía ir suelta, tenía un color amarillo y la tomé.

“Querida María, me he permitido pasar a estas horas de la madrugada sólo para dejar esta breve nota. Quiero que sepas que tus iníciales aparecerán en el álbum por “Something” y “Here comes the sun”, espero que no te molestes, pero ya he dado la orden para la impresión; pienso que si inspiraste esas canciones, es justo que tengas créditos por ello.
Salgo en un par de horas a la India, quizá pase una semana por allá, si es que no me solicitan antes los chicos.
Cuídate y ten la certeza que siempre que necesites de un amigo, ahí estaré, puedes llamarme cuando lo desees.
Suerte.

Con cariño: George.”

Antes de poder siquiera reaccionar a su misiva, alguien llamó a la puerta haciéndome suponer que se trataba de David; guardé las cartas y la nota en un cajón y fui a atender. En efecto, era él.
-¿Comida a domicilio?- dijo mostrándome grandes bolsas, supuse que sería comida china. Entró sonriente de verme molida por la fiesta de la noche anterior. Pasamos todo el día juntos haciendo nada mientras él me daba las atenciones requeridas para sobrellevar la resaca; me pidió detalles de la boda y le conté casi momento a momento lo que había sucedido, excepto claro, el momento que tuve con George.
Le comenté que en días próximos mi madre estaría en Londres, él se alegró demasiado ya que por fin los presentaría, a lo que dijo:
-Llegará justo a tiempo...
-¿A tiempo de qué?- pregunté mientras me giraba  pues cerraba la ventana de mi cuarto ya que entraba un poco de aire frío.
-De que vea esto...- sonrió, sosteniendo una pequeña caja abierta que adentro contenía un sencillo anillo de compromiso. Me quedé helada al encontrarme con su mano ahí, frente a mí sosteniendo aquella preciosa sortija que ahora sentía como cadena.
-Esto no es normal- pensé en voz alta sobre mi extraño sentimiento.
-¿Qué?- preguntó confundido y divertido por mi reacción.
-Pensaba en voz alta...-contesté asustada.
-¿Tendría usted la atención de prestarme un momento su mano?- preguntaba sonriente, yo accedí levantándola lentamente y él al tomarla puso el anillo y lucía bellísimo. No podía creerme aún todo ese asunto.
-Demonios- dije sin apartar mi vista de la sortija y él comenzó a reír.
-Sabía que reaccionarías justo así- lo siguiente que hizo fue abrazarme, besar mi frente y acariciar mi rostro.
-Es oficial ¿no?- pregunté sonriente.
-Súper oficial- contestó y ambos reímos.
-Mi madre se morirá- comenté y él soltó una fuerte carcajada. Me tomó de la mano para bajar a la cocina donde prepararía algo de cenar, pues ya eran las siete; encendió la pequeña radio y me platicaba trivialidades. Él continuaba cocinando cuando una canción comenzó.
-¡Hey es esa canción de nuevo!- subió un poco el volumen y presté atención, apenas comenzó la letra, identifiqué en seguida la canción: era “Something”. Clavé mi mirada en la pequeña radio, la observaba con profundo pesar, era un sentimiento bastante abrumador; pensaba que si algo había logrado George de manera inconsciente, fue inmortalizar su memoria con esa canción que curiosamente era para mí.
Y en efecto, la voz de Ray Charles la interpretaba, sonaba bien, pero no como cuando George la cantaba, eran matices distintos. Pensaba en Harrison quien seguramente ya estaba en la India, lo imaginaba dando una caminata con Ravi, meditando y nadando en los mares salvajes de la zona... Y después observé mi anillo. Me sentía extraña, como si viviera una vida que no era la mía, pero una extraña calma me invadió al recordar su nota: siempre seríamos amigos, y al menos así, el amor no volvería a separarnos otra vez. Vaya paradoja.
-Es una de las mejores interpretaciones de Charles ¿no crees?- David me sacó de la profundidad de mis propios pensamientos.
-¿Eh?... oh, claro, sin duda. Será lo mejor que podamos escuchar este año.-comenté tratando de parecer indiferente.
-¿Bromeas? Dudo que algo se le compare. Quien quiera que la haya escrito, debe estar jodidamente enamorado- concluyó David y yo lo miré de golpe. “Si tú supieras”, pensé. Aquella tarde pasó un poco lenta y al final del día, David durmió en mi casa.
Los siguiente días fueron totalmente extraños en Inglaterra, más en Londres... o quizás sólo en mi grupo de amistades. Ringo y Kate tomaron sólo una semana para su luna de miel, viajando primero a Noruega a petición de la castaña, quien tenía una gran pasión por la mitología nórdica; posteriormente irían a las playas francesas y españolas, para recuperarse del frío penetrante de los lugares nórdicos.
Después de esa semana los Beatles debían presentar su álbum.
Otra de las cosas más asombrosas para la comunidad fanática de los Beatles, fueron las noticias respecto a sus trabajaos en solitario, comenzando con John, seguido de Paul y había fuertes rumores de que George tenía algo bajo la manga. Pero no sólo eso, también se dio a conocer que John había regresado su medalla “MBE” a la Reina, como forma de protesta por las intervenciones del gobierno británico con respecto a la Guerra de Vietnam.
También se decía que otra de las tantas cosas que tenían molesto a Lennon, era que su sencillo “Cold turkey” no estaba teniendo los resultados esperados en la lista de los Charts.
En cuanto a McCartney, tenía mejores noticias, pues una de sus composiciones, “come and get it” para ser precisos, sería utilizada como parte de la musicalización de “The magic Christian”, película para la cual actuó Ringo y que estaba próxima a estrenarse. La canción, que aparecería en los créditos, sería interpretada por la banda que posteriormente sería conocida como “Bad finger”: Te Ives.
Delilah por su parte me había llamado en el transcurso de esos días para contarme que ella y John estaban metidos en un movimiento de solidaridad para James Hanratty, buscando que se le hiciera un nuevo juicio, pues dicho sujeto había sido sentenciado a muerte injustamente, y claramente que ese par de revolucionarios en pro de la paz debían estar presentes.
Ringo pese a que intentaba tomar esos días para expresar y dar su amor a Kate, hizo algunas visitas a ciertos programas como “The David Frost Show” y “Late Night Line Up” donde dio la sorpresa al hablar de su disco solista, el cual estaba preparando de manera discreta para dar el gran salto asombrando a todos y vaya que lo hizo; además, claro para hablar sobre su película “The Magic Christian”.
Un día antes de que mi madre llegara a Londres, Sofía me llamó histéricamente para contarme que un promotor de nombre Mike Belkin, se acercó a George Martin para hacerle una propuesta descabellada, pero con bastante determinación, ¿El asunto? Pedir, casi implorar, que los Beatles dieran 12 conciertos en Estados Unidos, lo cual significaría el regreso de la banda, lo cual parecía muy acertado ahora que estaban por lanzar su nuevo álbum. Sin embargo algo sucedió... ¡Lo Beatles se negaron!, George se puso en contacto con todos y cada uno de ellos y según las palabras de mi prima, ellos declinaron la oferta al instante, dice que ni lo pensaron.
Así pues el cuarteto, que estaba ya muy dividido de nueva cuenta, rechazó la increíble cantidad de ¡2.4 millones de dólares! Como si no necesitaran del dinero ahora que tenían tantos problemas por las ventas tan bajas que habían presentado en los últimos años.
Mi madre llegó a Londres una de esas mañanas llevando sólo una maleta, pues el motivo que la llevaba hasta la gran capital no era otro más que el de comprar algunas cortinas lujosas y nueva ropa que ella decía que necesitaba. Pensaba que quizás sólo estaba aburrida, pero vaya manera de pasar el ocio.
Fui por ella a la estación de trenes, le dejé las llaves de casa, me dirigí a mi trabajo, del cual le di mi dirección y la hora de salida, así ella, si se iba a pasear por el centro, podía pasar por mí en cuanto se aburriera.
Por lo cual, dadas las cuatro de la tarde, mi madre llegaba a las oficinas de la revista, cargando cuatro bolsas grandes en cada mano con las que apenas podía; le hicieron pasar hasta mi cubículo donde la presenté con parte del persona. Todos halagaron la belleza de mi madre e incluso Twiggy se atrevió a decir que estaría encantada de tenerla como modelo de los atuendos del próximo otoño y mi madre casi grita de la risa que aquello le causó.
Sofía, mi madre y yo fuimos a comer en uno de los sitios aledaños a las oficinas y ahí platicamos largo y tendido sobre los planes de boda que mi prima comenzaba a hacer, visitamos distintas tiendas donde vendían cosas nupciales y ella comenzó a ver vestidos y lo que mi madre desconocía por completo era mi compromiso; ambas estaban abstraídas en el asunto de las tiendas que en ningún momento notaron mi anillo.
Dejé a Sofía en su casa y le dije a mi madre que debíamos ir a los estudios de Abbey Road, ella preguntó para qué y le dije que sería sorpresa; en el trayecto ella iba entretenida leyendo el nuevo número de la revista para la que  trabajábamos. Una vez en los estudios me estacioné cerca de las escaleras que daban ingreso al edificio, me preguntó si no bajaría a lo que respondí que no y antes de que hiciera algún comentario extraño, le pedí que bajara del auto pues David se aproximaba.
Sonreímos y nos saludamos, me hice a un lado y al fin presenté a mi madre y a Dave, ella se sorprendió un poco y él estaba evidentemente emocionado porque al fin sucediera.
-Perdón si no te dije nada antes mamá, pero quería darte la sorpresa... junto a la noticia.
-¿Qué noticia?
-De algo que ignoraste todo este tiempo- respondí mostrándole el anillo. Sobresaltó su mirada y después de un momento de shock, sonrió y me abrazó, después lo hizo tímidamente con David y los tres decidimos ir a cenar.
A mi madre le encantaba el sazón de la comida italiana, condimentada y completa, por lo cual visitamos uno de los mejores lugares donde se servía, invitada por David. Ambos entablaron una sólida conversación en la cual mi madre le preguntaría casi todo sobre su vida y él contestaba complacido; preferí no intervenir y dedicarme a mi cena. Cuando terminamos comimos ricos postres y aunque sitiera que no podía con algo más, devoré alegremente el pastelillo que habían  pedido para mí.
Salimos y fuimos a mi casa donde pasamos un poco más de tiempo juntos, mi madre y David seguían a las grandes pláticas, habían simpatizado y él, discretamente me dijo que era una mujer elegante, hermosa y muy divertida.
A la media noche él se retiro para darnos privacidad.
Nos alistábamos para dormir cuando mi madre platicó conmigo, entrando como siempre, discretamente a mi cuarto y tomando asiento en el borde de mi cama. Ella me miraba con insistencia, al preguntarle qué sucedía, ella sonrió y soltó un par de risitas.
-No me la creo. Te veo y no termino de creer que realmente estés comprometida.
-Estas cosas son inesperadas...
-¿Cuándo se lo dirás a tu padre?
-No lo sé...
-¿Cómo? ¿Desde cuándo lo estás y “tampoco sabías” si decirme o no?
-Hace casi una semana...
-¿Qué?
-Supe que vendrías y decidí esperar para que ambos te lo dijéramos, nos fue más fácil. Quizá David y yo viajemos a Liverpool para comentárselo a papá, pronto...
-¿Segura?
-Segura- ella sonrió pero ahora de otra manera, se acercó, besó mi frente y se fue.
-Mañana temprano te llevaré a la estación de trenes, quizá David quiera ir, por lo visto le encantaste.-comenté sonriente
-Y él me agradó también, es un buen muchacho hija...-esperó a que le dijera algo más pero no sabía qué cosa. Nos despedimos y lo que hicimos fue dormir.
Y en efecto, a la mañana siguiente David nos acompañó, se despidió de mi madre con mucho afecto y la vimos partir; desayunamos juntos y lo llevé a su casa, yo iría al trabajo. Al llegar Twiggy me comentó que tenía un recado, al parecer alguien llamó buscándome, era George Martin.
Según la nota que se dejó para mí, Martin requería de mis servicios como fotógrafa para realizar la portada del reciente álbum de los Beatles, por lo cual, me pidió que asistiera al día siguiente a los estudios a las diez de la mañana para hacer la sesión desde temprano. Me emocionaba volver a trabajar con los chicos y esperaba continuar así.
Justo esos días antes a mi reunión con los Beatles, se estrenó “The Magic Christian”, cuya premier fue llevada a cabo en el Odeon Theatre de Kesington de Londres, al cual asistieron obviamente Ringo y Kate, haciendo una de sus primeras apariciones como recién casados; John y Delilah también se presentaron a la premier, obteniendo una nota que los etiquetaría como “los mejor vestidos de la noche”. A dicha función, debe mencionarse, se presentó la Princesa Margaret.
Y continuando con Ringo, también fue invitado a participar en el documental llamado “With a Little help from my friends”, el cual sería dedicado a George Martin, pues él sería la premisa de la cinta.  Al mismo tiempo, la BBC realizaría un documental de John Lennon, el cual se transmitiría por televisión.
Lennon por aquellas fechas estaba siendo todo un protagonista en los tabloides, días antes había viajado a Dinamarca junto con Delilah para encontrarse con Ricthie York, Allen Klein y John Bower, el motivo era una reunión en privado en la cual intercambiaron comentarios sobre el “Toronto Peace Festival”, pues la pareja estaba interesada en crear un show con las bandas más emblemáticas del momento en nombre de la paz.
También se rumoró que ambos habían viajado para reunirse con Leonard y Hemmrick, dos sujetos que supuestamente hipnotizarían a la pareja para que ambos dejaran el mal hábito del consumo de tabaco. Imaginé lo indignada que estaría Delilah al enterarse de ello.
Y volviendo a esa noche del día que precedía a mi encuentro con los muchachos, se estrenó “Men of the Decade”, en el cual se dedicaron veinte minutos a John, por haberse vuelto controversial y constante en los medios; asimismo informó que su participación en el festival antes mencionado, se cancelaba por motivos personales. Sin embargo el show iba a continuar sin él.
Y en cuanto a George, él había vuelto a Inglaterra dos días antes junto con Ravi, pues éste tendría una presentación en London Festival Hall, donde además también estaban presentes Eric Clapton y Pattie Boyd. Me preguntaba si Harrison les habría informado algo sobre mi compromiso con Gilmour. No quería ni imaginarlo.

Creo que con el siguiente capítulo sufrirán una ligera indigestión, no durará mucho, lo anticipo jaja.
Me ausenté estos días porque no había tenido la oportunidad de usar por mucho tiempo la computadora, por mi cumpleaños y porque me dio una infección en el estómago que aún sigo padeciendo... Bonito regalo ¿no creen?.
En fin esto cada vez va llegando más a la parte final, contaré los capítulos que nos faltan por leer y les diré a cuántos estamos para finalizar, se sorprenderán. 
Gracias por sus comentarios :3




Comentarios

  1. Siendo las 01:12 am te comento que este comentario me causó las emociones más variadas ever... Me parece muy emotivo el hecho de que la mamá de María haya conocido a David... Porque siento que ella (al igual que yo) siente algo que está off por ahí pero, como la dama prudente que es (y por la felicidad de su hija) no dirá nada; sin embargo siento un poco de pena tanto por David como por George que a pesar de ser un broken ass, tiene mi estimación y empatía (porque obvio hay que tener empatía con personajes ficticios jajajajaja)... Y te seré honesta con que me tiene los nervios de punta todo este asunto entre el compromiso entre esos dos :( soy feliz por Kate y Ringo, Delilah y John (aunque nunca será Jonesy) y Paul y la chofis pero David, George y María me tienen pensando porque siento que hay algo que aún no termina por cerrarse por ahí y eso me da emoción pero a la vez tristeza.

    Igual ya estoy preparada para el madrazo a mi pobre estómago que siempre paga con todo jajajajaja.

    Pd. En el fondo no quiero que ésto termine :(

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