Abbey Road... #661



Teniendo al parecer, todo cubierto, me preguntaron si había hablado del asunto con David y les conté todo lo que había ocurrido y lo desanimada que estaba, pues quería realizar el video sin sentir culpa alguna.
-Deja eso en mis manos- dijo John.
-¿Por qué?- pregunté
-Yo sé lo que digo. Es más, ahora vuelvo...
-¿A dónde vas?- preguntó Delilah
-A aclarar un asunto.-contestó John saliendo de la oficina y dejándonos intrigados.
Así mientras nosotros continuábamos intercambiando palabras, John había caminado hasta la cabina donde estaban los Floyd, tocó la puerta y abrió; todos se extrañaron de su visita, sin embargo se mostraban entusiasmados, especialmente Roger, quien quería llevar una buena relación con John por mera admiración.
-Amigo, creo que los interrumpiré un momento...-le decía a Roger
-¿Sucede algo?
-Solicito a tu guitarrista unos instantes- todos miraron a David y él no entendía nada.
-Claro- dijo Roger quien seguramente pensaba que John iba con planes de trabajo.
-¿Te molesta, amigo?- preguntó John a David.
-No, para nada.-ambos salieron de la cabina y caminaron a los pasillos donde todo parecía darles un poco de privacidad.
John comenzó a plantearle la situación a David quien parecía un poco irritado por la intervención de John, pese a ello fue respetuoso y lo escuchó.
-Lamento verme tan mal con ese asunto, pero no deberían de preocuparse, creo que conocen a María tan bien como yo y saben, que terminará haciendo lo que ella quiere.
-En eso tienes razón...
-¿Lo ves?
-Pero... vengo a pedir que apagues el fuego en tu cabeza amigo, María no merece no disfrutar de esto sólo por pensar que está faltando a su relación de algún modo, y si lo piensas es absurdo. Sólo queremos darle las gracias de ese modo, sabes que es nuestra mejor amiga y por eso la necesitamos ahí.- Comentaba un Lennon bastante pacifico y amistoso. David pensaba detenidamente el asunto cayendo en cuenta de que en efecto, era absurdo sentirse celoso por una situación así.
-Tienes razón, debo parecer un imbécil. Sin duda María tiene muy buenos amigos.
-Me agrada más esta cara tuya...-ambos sonrieron, estrecharon sus manos y volvieron a sus respectivos lugares.
John nos contó su hazaña y pese a que me enternecía el gesto de John, me sentía ignorada por mi prometido, quien decidió ceder ante la petición de un amigo mío. No se supone que debería ser así.
Y aunque creyéramos que todo parecía salir bien, cuando salíamos de los estudios y yo me encontraba platicando con John y George, salió de pronto un efusivo David.
-Ahora entiendo la insistencia...-decía mientras se acercaba a nosotros.
-¿Es a ti o a mí?- John le preguntaba a George
-¿Cuál es tu plan María?- preguntaba David
-A ninguno- respondió George a la pregunta de John.
-¿De qué hablas?
-Que ya sé el motivo por el cual desean tanto hacer ese video. ¿Estás jugando conmigo? Quiero que seas honesta- seguía completamente molesto y yo no entendía ni un carajo.
-No entiendo a qué te refieres, ¿podríamos hablar de esto en otro sitio? ¿Tal vez en privado?- pregunté molesta, obviando que estábamos rodeados de otras personas.
-No, también quiero que ellos lo escuchen...
-¡¿Escuchar qué?!-grité
-Esa canción es de Harrison...
-¿Y?- pregunté molesta
-Y fue escrita para ti- concluyó David. Yo me congelé y John miró de inmediato a George. Mis amigas y los chicos se acercaron a las escaleras, que era donde nos encontrábamos.
-¿Es verdad George?- preguntó John y George sólo miraba a David con bastante molestia.
-Lo sé porque escuché a tu prima hablar de eso con tus amigas. Tú lo sabes, él mismo te lo dijo...
-¿Espías a mis amigas? Nada te da el derecho a escuchar sus conversaciones- contesté molesta.
-Se dio por casualidad, ellas fumaban y yo salí a mi auto y lo pude escuchar... Es más que sólo un video para una canción. Es una declaración de amor.
-¿Y no confías en mí?
-¿Después de esto?
-Oye amigo, es suficiente- intentó detenerlo John.
-No te metas...
-John, él tiene razón, en este asunto estamos metidos los tres.- intervino George, Lennon se alejó pero todos permanecieron cerca.
-Hasta que tienes el valor...
-Mira David, no pienso mentirte y si ya sabes la verdad sólo me queda decirte que eso no la ha hecho cambiar de opinión respecto a nada. No sabes cuán leal es y estás siendo injusto con ella.
-George, aléjate- le pedí, él me miró completamente confundido.
-David quiere...
-Ha sido suficiente- recalqué mis palabras, él asintió y se alejó sólo un poco.
David y yo nos miramos, estábamos tan molestos...
-David ¿Qué demonios te pasa?- pregunté totalmente furiosa, esos arrebatos no eran propios de él.
-Lo mismo te pregunto, ¿desde cuándo dejé de importarte tanto?
-¿En verdad quieres casarte conmigo?
-Creo que soy yo quien debería hacer esa pregunta...
-¿A caso no te quedó claro lo que dijo George? No he cambiado de opinión respecto a la decisión que tomé, pero eso parece no ser suficiente para ti.
-No lo es cuando no te importa mi dignidad o herir mi orgullo...
-¿Orgullo has dicho?- pregunté asombrada -¿Sabes qué fue lo último que sucedió cuando alguien mencionó su orgullo frente a mí?
-¿Qué más dan los demás?
-Entonces todo esto es por ti...- ambos nos quedamos en silencio –Sabes Dave... si tomas una insignificancia como traición y perjurio a tu integridad moral, anteponiendo tu orgullo sobre la confianza que tienes en mí... creo entonces que deberíamos esperar un poco más.-respondí con una voz que se apagaba por la tristeza que mi propio comentario me causaba.
Me alejé un poco de él y comencé a caminar.
-¿A dónde vas, con él?- preguntó mientras me veía caminar en dirección de los chicos. –Quiero que tengas en cuenta, que cualquier decisión que tomes al respecto, podría repercutir en lo nuestro- dijo bastante serio y me acerqué a él.
-¿Quieres saber a dónde voy?
-¿A dónde?- preguntó después de un breve silencio.
-Voy a casa David. Voy a casa...-acaricié su rostro y cuando estuve a punto de partir tomó mi mano, voltee a verlo y después de dedicarme una mirada completamente abatida me soltó. Parecía que después de todo el lío se sentía avergonzado, pero era tarde, al menos por ese día.
Miré a los Beatles y a mis amigas, me detuve un momento sin saber qué decir, me sentía muy avergonzada con ellos y conmigo misma después de lo ocurrido y esperaba que nadie más hubiera visto nada de eso.
-Disculpen, a veces los adultos nos comportamos como adolescentes- dije rompiendo el silencio –Debo irme.
-María...-George intentó acercarse pero hice una seña para que se detuviera, después le sonreí a medias y caminé en silencio hasta mi auto. Lo puse en marcha y me fui a casa con la mente totalmente en blanco.
Al llegar a mi hogar subí directamente a mi cuarto, me quité los zapatos y pensaba llamar a mi madre, pero no quería alarmarla, así que lo único que pude hacer fue recostarme en mi cama e intentar entender qué había sucedido. Pronto e inevitablemente me acompañó el llanto, un llanto que sabía a decepción... ¿cómo era posible que David hiciera algo así? ¿Lo había idealizado como el novio perfecto? ¿Estaba siendo injusta con sus sentimientos?.
Pese a mi confusión había algo que sí tenía muy claro: no iba a permitir que nadie más condicionara mi vida ni mi bienestar emocional.
Para las siete y media de la noche alguien llamó a casa, no quise contestar y dejé que la contestadora funcionara, era Ringo.
-“María, soy Ringo, espero que te encuentres mejor, lo de esta tarde fue... bueno, no deberíamos hablar de ello. Si deseas continuar con nosotros, te esperaremos mañana a las ocho para grabar el video; el punto de reunión será en el Hyde Park. Te quiero mucho María y en verdad espero que puedas acompañarnos”- Suspiré profundamente al escuchar su grabación, lo siguiente que hice fue apagar el altavoz de la contestadora, ir a la cocina y tomarme un par de píldoras para dormir. Volví a mi cama para dormir y no pasar y repasar los malos y tristes pensamientos que tenía en mi mente, sólo quería descansar y esperar al día siguiente.
Entonces llegó el momento de despertar y al hacerlo había un silencio imperante; aún había oscuridad, al ver el reloj me percaté de que eran las seis y media de la mañana. No podía creer que despertara a esa hora, pero tomando en cuenta que había dormido prácticamente desde que había llegado a casa la tarde anterior, tenía mucho sentido.
Me quedé un rato recostada mirando hacia mi ventana, respiré hondo y salí de la cama para tomar una ducha, mientras lo hacía recordaba el mensaje de Ringo; al terminar sequé mi cabello, bajé las escaleras y encendí la contestadora, había muchos mensajes de David que al principio sonaban aún molestos y después fueron un poco más amables; él me pedía que pasara esa misma tarde a su casa para hablar, pero no sabía con exactitud qué era lo que quería y un absurdo temor me invadió. Y después de estar pensando por tanto tiempo qué hacer, subí a mi habitación para cambiarme.
Hacía frío, elegí un atuendo que iba de pantalones oscuros de corte ancho y velvet, una blusa negra de manga larga, además de una chaqueta de piel en color guinda; en el cuello me puse una pañoleta, usé botines y recogí mi cabello en un trabajado, pero sencillo moño alto y dejé algunos cabellos sueltos cerca de mis orejas. Pensaba qué hacer ese día.
Mientras tanto en el Hyde Park, los Beatles y las chicas se reunían, saludándose afectuosamente, de esa manera en que los chicos dejaban de hacerlo por largas temporadas debido a sus discusiones. Delilah al ser parte de mi pequeño estudio de audiovisuales, fue la encargada de dar la orden de que se llevaran las herramientas requeridas para la grabación.
Un par de amigos de Ringo llegaron con la intención de filmar, él les entregó el guión y volvió a explicarles la idea y ellos asentían y observaban el lugar; se había conseguido también un permiso para grabar unas cuantas escenas ahí.
Mientras tanto George permanecía sentado en el cofre de su auto, observando detenidamente a todos, viendo cómo bajaban las cámaras de la vagoneta, fumaba un cigarrillo guardando su eterno gesto serio, pero parecía nervioso y distraído, John lo miraba en ocasiones mientras atendía a medias las pláticas de los demás.
Se acercó a él y se sentó a un lado en su cofre, George le invitó un poco de su cigarrillo y Lennon lo aceptó, ambos permanecían en silencio.
-Creo que soy un idiota...-de pronto rompió el silencio un Harrison que no miraba más que el suelo.
-¿La esperas?-Preguntó John y ambos se miraron al fin.
-Sí...- suspiró –Es patético ¿no crees?
-No, todos la esperamos. Aunque no lo parezca todos estamos expectantes. Delilah está hablando con quienes filmarán para retrasarnos unos minutos más y esperar a María...
-Pero ¿no te parece raro que no llegue? Ella no suele ser impuntual. Tal vez no venga y lo comprendo, es su compromiso el que está en riesgo y nadie debería verse en la difícil situación de elegir entre tus amigos y su pareja.
-Tal vez sólo se retrasó un poco. María es lista y sabe defender sus decisiones, ella estaba entusiasmada con esto, no creo que nos deje ahora... al menos eso es lo que prefiero pensar. Por otra parte... ella sabrá cómo solucionar su problema.
-Tienes razón es sólo que...
-Te entiendo. ¿En verdad escribiste “something” para ella?
-Sí, creo que le gustó- ambos sonrieron.
-Lamento que vaya a casarse con alguien más, amigo...
-Lo entiendo, David es un buen tipo, comprendo que ella lo elija a él...
-O tal vez no...-contestó John mientras miraba por encima del hombro de Harrison, éste al notar la distracción de Lennon miró hacia atrás y juntos divisaron un familiar Mustang en color negro. El mío.
Ambos se levantaron y sin dejar de mirar hacia donde antes lo hacían, me veían estacionar mi auto, me sentía un poco extraña, pero al mirar hacia enfrente y ver a mis amigos haciendo todo lo posible por sacar adelante el video, me sentí tranquila. Bajé del auto y vi a Lennon y a Harrison mirándome un poco atónitos, entendí por esa expresión que no ocultaban que daban por sentado que no iría después de mi discusión con David.
-¿Ni un buenos días?- pregunté y ambos sonrieron, se acercaron a mí y Lennon me abrazó para después darme un beso en la mejilla.
-Ese perfume huele a que tomaste la mejor decisión- bromeó y reímos. George y yo nos miramos unos instantes, le sonreí y él correspondió, quitó la angustia de su rostro y lo abracé fuertemente.
-No deberíamos perdernos de esto- le dije aún abrazándolo y él soltó unas risitas.
-Creo que no. ¿Vamos?- los tres caminamos hasta donde los demás, pude notar que George llevaba un extraño abrigo negro un poco afelpado, una camisa blanca que parecía de manga larga y con dos botones cerca del cuello; usaba mezclilla ligeramente acampanada y botas.
Su cabello estaba suelto y cada vez se veía más largo, como su barba, pero extrañamente a lo que quizá alguna vez imaginé, él se veía muy bien.
Todos al mirarme ahí me saludaron emocionados de poder iniciar.
Kate me sonreía con insistencia y era muy extraño, pero imagino que era la emoción que le daba vernos a todos ahí reunidos. Y así, sin más nos acercamos para comenzar a ser dirigidos, las primeras tomas en ser grabadas serían las mías con George. Qué conveniente.
Ambos prestábamos atención a lo que se nos indicaba, nos adentramos un poco más al centro del parque, donde había un poco más de vegetación y unas escaleras que lucían antiguas, lo único que haríamos sería dar un paseo por ahí, primero por separado, cada quien caminaría un rumbo distinto para encontrarnos al centro del jardín y ahí comenzar nuestra caminata juntos.
Sentía que mi timidez frente a la cámara y la situación me hacían lucir asustada, por lo cual intentaba relajar mi expresión, así mientras una cámara atendía mi caminata, otra atendía la de George, quien curiosamente se mostraba sonriente. Cuando al fin nos encontramos nos sonreímos un poco y nos pidieron que camináramos abrazados; nerviosa me acerqué a su costado y pasé tímidamente mi brazo por detrás de él, y George colocó ligeramente su mano alrededor de mi cintura. Ambos nos reímos en cuanto le dimos la espalda a la cámara y continuamos caminando.
Las demás tomas eran de él estando a una corta distancia volteando a verme, algunas individuales de nosotros mirando hacia la cámara y otra mirándonos nuevamente de frente y dejando que la espontaneidad de nuestras reacciones quedaran filmadas. Todo fueron sonrisas y risas cómplices y nerviosas.
Al terminar con lo nuestro todos aplaudieron y nosotros pudimos respirar hondo, había existido una tensión tan electrizante que incluso nos dejó con los músculos un poco adoloridos. El turno siguiente era para Kate y Ringo, para ello fuimos al lugar más rústico del parque que era un área despejada, sólo algunos árboles y mucho del verde casi opaco del césped.
Ambos montarían un par de motocicletas, porque así lo pidió Kate; Ringo se sentía un poco inseguro al no saber con exactitud cómo usar una estándar, pero ella le explicaría detenidamente, Delilah bromeó sobre el peligro que corrían los que estaban detrás de las cámaras y dijo que “muerte por atropellamiento de motocicleta” no venía en el seguro de vida. Su único objetivo era asustar a los pobres hombres, en los que estaba incluido el propio Ringo y vaya que lo logró.
Después de las burlas de Delilah comenzaron a filmar las peligrosas escenas de Kate y Ringo en motocicleta y ambos daban vueltas en el mismo perímetro y al final no pasó nada grave. Al igual que George y yo tuvieron que hacer tomas individuales, sus momentos íntimos llenos de ternura y mucho amor. Era completamente distinto verlos en confianza y enamorados, felices de poder disfrutar ese momento juntos, y así sería con las otras parejas y me sentía un poco excluida de ese sentimiento, lo que probablemente estaría experimentando George también.
Eran cerca de las dos de la tarde cuando terminamos la filmación en el Hyde Park.
Como tardaríamos cerca de dos horas para llegar a la dichosa granja, pasamos a una tienda de autoservicio para comprar algo qué comer y beber, además incluimos algunas botanas porque nos gustaba la gula en los viajes en carretera.
En la vagoneta me senté casi hasta atrás, elegí compartir el asiento con Paul y Sofía, quienes iban vestidos de una manera bastante casual, pienso que de haber podido ir en pijama ellos lo habrían hecho, pero entendí que se debía a que las escenas a grabarse en la granja, serían las de ellos. Martha, la perra de Paul nos acompañaba e hizo un poco difícil el viaje, pues al principio iba muy inquieta.
Kate, Ringo y George iban en el asiento de en medio, platicaban mucho y de vez en cuando George me miraba, supongo que de vez en cuando notaba que mis pensamientos iban lejos de esa vagoneta, muy dirigidos a David, quería saber cómo se sentía al no haber tenido alguna respuesta por parte mía ante sus mensajes; sin embargo la duda no era lo único que me consumía en esos pequeños ratos, sino también la tristeza, tenía un mal presentimiento y parecía que, si tuviera que ejemplificar mi situación con David, esta podría representarse con alguien que está a punto de caer por la borda de un barco, sujetándose sólo con las uñas.
Delilah y John iban adelante con los chicos que se habían prestado para filmar, platicaban algunas trivialidades hasta que John puso música y nos hizo cantar a todos, de pronto le escuché decir a Paul “esto se siente como los viajes que hacíamos cuando éramos los Quarrymen”. Y tenía razón. Ellos viajaban en una incómoda vagoneta, de lado a lado en Liverpool o la Gran Bretaña, padeciendo las consecuencias de los malos climas y compartiendo alimentos, cantando canciones para no aburrirse.
Y eso se sentía muy bonito.
Llegamos a la granja dando las cuatro de la tarde,  Paul y Sofía se limitaron a cepillarse sus cabellos y a acomodar un poco los suéteres que llevaban puestos, pues el clima seguía siendo frío. Sus tomas requerirían de menos tiempo, pues sería lo mismo: ellos dos pasando un buen rato en lo que parecía un día convencional, en el cual convivirían con Martha, eso último a petición de Paul.
Ambos jugaban con Martha, nosotros, como buenos espectadores y amigos que suelen ser una patada en el trasero, nos burlábamos de las veces en que Martha estuvo a punto de tirar a Paul, de un momento en que Sofía intentó jugar con ella y sólo fue ignorada, hasta del manotazo que casi le propina Paul a mi prima por saludar a la cámara.
Delilah compartía botana con George porque ambos comiendo eran peores que gente de hospicio, también fumaban como si pretendieran prepararse para que en su siguiente vida fueran chimeneas. John y Ringo tomaban algunas fotografías y Kate veía una revista. Yo los observaba a todos pensando en la armonía que existía en ese preciso momento, sin la necesidad de interactuar tanto entre sí.




La grabación no termina ahí, faltan obviamente las tomas de Delilah y John ¡Pero! las he dejado en suspenso porque lo que sucederá en ese capítulo será la pieza clave a la problemática presentada el día de hoy jajaja. Es decir que se pondrá el asunto muy interesante.
Joan y Doris: sé que ambas se pondrían celosas, yo también, quizá a María se le hicieron sencillas las cosas porque sabe que quiere mucho con el David 7u7
Michelle: Buena pregunta, pero no, la historia no llegará a los "7OO" capítulos, tenía pensado hacerlo, pero créeme, se les haría muy pesado esperar un poco más por el final.

Gracias por sus comentarios, espero que su viernes hayas sido mejor que el mío, estuvo aburrido en general, por eso estuve tan activa en redes jajaja. Pasen una bonita noche :3


Comentarios

  1. Ay qué oso con David... Una vez más, me pongo en su lugar y sería súper cagante estar en su situación pero ya armar un mega pancho enfrente de todos jamás! Que vergüenza :/ y peor para María porque al parecer este cabrón le vale madres.
    La verdad yo le hubiera regresado el anillo en ese instante, pero hubiera sido mas drama que ya no cabía en esos momentos porque qué oso.

    Por otra parte qué chingón que María se decidiera aparecer en el video, porque obvio es jodidamente clásico. Delilah y George viviendo para la comida y el tabaco... Y Martha bebé :3

    ResponderEliminar
  2. Sonará extraño hija pero desde que empecé a leer este fic me imaginaba como algo lejano el leer cuando llegaran a la época de something, me imaginaba que llegando a esta época estariamos en el final (por el título del fic) es hermosisimo leerlo al fin, y es aún más hermoso que haya sido como me lo esperaba 😍 no se pero me emocioné mucho con este capítulo, lo único que la caga es Dave jajajajajaja ya me imagino la cara que va a poner cuando vea el video xD me mató de ternura el John queriendo solucionar el desvergue 😂😂😂

    Espero que pronto se solucione de buena manera este despapaye jajajaja

    Cuídate hija te quieramo :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"Strange Effect" Pt. II

"Natural Affair" Pt. I

Let it be... #612