Abbey Road...#653

Y mi novio estaba ahí, sonriendo como siempre que me veía.

Me abrazó fuerte y después me besó con todo ese amor que también dice “te extrañé”.

Entramos a casa y él llevaba consigo un par de sobres muy gruesos, eran las fotografías que había tomado en su gira; nos sentamos en la sala y comencé a verlas mientras él me contaba anécdotas de casi cada foto. También me había llevado un regalo, era un bonito collar con una piedra cuarzo en un rosa pálido; me ayudó a ponérmelo y amé completamente cómo lucía.

Cenamos algo ligero y me dijo que estaba cansado, había ido directamente del aeropuerto hasta mi casa y por ello mismo, llevaba sus maletas; subimos, se dio una rápida ducha y fuimos a dormir. Me encantaba pasar las noches a su lado, sentir sus brazos rodear mi cuerpo mientras dormíamos y su tranquila respiración; siempre antes de dormir besaba un costado de mi cabeza y con eso yo era feliz. Lo había extrañado.

Gracias a su regreso y la consideración de Roger para dejarlos descansar, David y yo pasamos más tiempo juntos, lo cual nos llevó hasta el nuevo continente: América. Visitamos Chile por insistencia suya, él amaba ese país por sus paisajes, su clima y sus “cielos”; descubrí que en efecto era un sitio hermoso, practicamos un poco de alpinismo, él era bueno y yo muy torpe, pero como siempre, fue paciente y atento para enseñarme y ayudarme.

Pasamos tres días en una cómoda, acogedora y bonita cabaña con una vista majestuosa hacia la imponente cordillera Chilena, y aunque el clima era un poco frío por la ubicación geográfica, las tardes en los pequeños pueblos aledaños, en donde dimos varias caminatas, nos brindaron el calor que requeríamos. Gracias a ese viaje pudimos reforzar nuestra relación.

Y como Julio ya tenía su semana bien cumplida, los Beatles comenzaron a trabajar en un álbum más, no tenían una idea establecida como antes sobre los matices musicales que querían conseguir, a qué género se apegarían más y mucho menos había tantas colaboraciones como antes.

Una de las principales ventajas para este álbum fue que tenían ya, cuando menos, cuatro canciones para ser incluidas, entre ellas “Here comes the sun”, “Come together”, “Oh darling!” y “Octupus’s garden”; composiciones individuales de los chicos. Esa fue en efecto, una de las principales características del nuevo disco, que se trabajó de manera individual, cada uno se abocaba a su composición lírica y musical, sin embargo quienes de vez en cuando se ayudaban eran Ringo y George.

Sin embargo la grabación del álbum tuvo que ser interrumpida debido a que Ringo tuvo que ser internado de urgencia en el hospital debido a un malestar estomacal; Kate estaba preocupada por él y de acuerdo al progreso de salud que presentara su prometido, decidirían el futuro de la próxima boda a celebrarse, la cual estaba prácticamente a días de llevarse a cabo.

Sólo un par de días después, Paul decidió continuar con la grabación del material, trayendo al vinilo canciones como “She came in through the bathroom window”, “Mean Mr. Mustard” y “Sun King”, esta última en colaboración de Lennon.

Kate platicaba con Delilah con buen humor sobre la mejoría en la salud de Ringo, él sólo debía tener unos días de reposo, por lo cual no habría la necesidad de posponer más una boda que estuvo mucho tiempo retrasándose. Paul y Sofía tenían ya la aprobación de toda la familia para su compromiso.

George por su parte, se abocó al inicio del cuidado de sus jardines rentando enormes máquinas de trascabo, palas, picos y compró un gran equipo de jardinería; con ayuda de amigos y expertos, se dedicó a plantar algunos árboles y flores, mejorar la decoración y ambientación, usando entre los adornos, unos graciosos duendes con distintos colores.

Sus allegados aseguraban que parecía que Harrison buscaba tener todo su tiempo ocupado en algo y que cuando la hora de descanso llegaba, él parecía meditar muchos asuntos, a lo que el argumentaba que estaba en un proceso de aprendizaje para convivir con él mismo.

Posteriormente y aprovechando el descanso de Ringo, John y Delilah viajaron a Toronto, pues Lennon daría un concierto en dicha ciudad en donde sería acompañado por Eric Clapton, Klaus Voormann y otros viejos conocidos. Delilah aseguraban que Lennon volvía a Toronto para retar a aquellos que se habían sentido incómodos con su visita en el “Bed-in for peace” y sólo buscaba absurdas provocaciones.

John le propuso a Delilah que subiera con él al escenario para acompañar con las percusiones y los coros, pero ella se negaba, decía que no terminaría haciendo lo mismo que alguna vez intentó Yoko Ono: meterse en algo que no le correspondía. Lennon tardó bastante tiempo en hacer aceptar a Delilah y cuando lo logró prometió que no dejaría que sucedería lo mismo que con su antigua pareja; ambos aparecieron en los periódicos internacionales.

David y yo volvimos a Inglaterra, pasábamos días durmiendo de manera turnada en mi casa y en la suya, me regaló una nueva cámara y yo una nueva guitarra; al paso de unos días, Roger llegó a casa de David, donde sabía que estaba yo también y me pidió hacer la portada para su siguiente álbum, lo cual acepté de manera casi inmediata.

Los asuntos monetarios de los Beatles nuevamente se veían afectados por la división en la administración entre Klein y Eastman, las ventas continuaban bajas y los chicos no tenían mucho conocimiento respecto a sus acciones; Paul era el único que parecía beneficiado al ser “manejado” en sus finanzas por Eastman. Así que, de acuerdo al periódico “Daily Express” ATV era propietaria del 50% de Notherm Songs, teniendo a Paul McCartney como dueño de 751 mil acciones con un valor de 1.5 millones de libras, era seguido por Lennon quien contaba con 694 mil acciones valuadas en 1.4 millones de Libras; mientras que Ringo acumulaba 40 mil acciones equivalentes a 80 mil libras y George... él ya había vendido todas sus acciones.

El asunto de las ganancias comenzaba a levantar sospechas y desacuerdos, por lo cual supusimos que los pleitos volverían pronto.

Entrada ya la mitad de Julio, los chicos grababan las últimas canciones para el álbum aún sin nombre, una de ellas se titulaba “Golden Slumbers”, la cual cuenta con una interpretación bastante nostálgica e intensa por parte de McCartney.

Era viernes, David y yo íbamos a mi casa para comer y descansar después de tener una semana ajetreada, yo había culminado con la nueva portada para Pink Floyd y estaba enterada de los sucesos importantes de los Beatles gracias a los periódicos y mis amigas, pues debido a ese proyecto con los Floyd, no había podido visitarlos, incluso tuve que declinar a una invitación de George para visitar su casa nuevamente y ver los cambios tan drásticos que iban tomando interiores y exteriores.

David y yo lavábamos los trastes y al terminar salimos a mi patio para tomar un poco de aire fresco; él tocaba en su guitarra una melodía de matices bajos y dulces, comenzó a cantar un poco y le pedí que continuara y después de sonreír procedió. Al finalizar me dijo que era una de las nuevas canciones incluidas en el álbum para el que hice la portada.

-Se llama “Grantchester Meadows”- decía

-Es hermosa, realmente hermosa. ¿La interpretación  será tuya?

-No, Roger también estará en los vocales, a decir verdad, es de él esta canción- confesó riendo.

-¿De verdad? ¿Roger hizo eso? Wow...

-Lo sé, todos nos sorprendimos también, con esa personalidad que le conocemos, sabemos que estas canciones no son muy propias de él.

-Para nada, felicítalo de mi parte por favor- dije riendo –Entonces esto significa que “Ummagumma” será un álbum interesante ¿eh?.

-Claro que lo es, pienso que le gustará mucho a nuestros seguidores.

-No puedo esperar para escucharlo...

-Será un poco difícil de digerir, pero creo que te gustará y ayudará para la inspiración dentro de tu trabajo.

-“Oh lá, lá!”- expresé burlona y ambos reímos, nos quedamos un segundo en silencio y él encendió un cigarrillo.

-Mañana es el gran día- dije y él me miró con absoluta extrañeza.

-¿Gran día? ¿De qué?- Al escuchar sus preguntas lo miré con sorpresa e indignación.

-¿Cómo “de qué”? ¡Mañana es la boda de Kate y Ringo!- grité con la mirada casi desorbitada.

-Ah sí, la boda... ¿mañana?- preguntó con preocupación.

-Sí, mañana, es lo que he repetido tres veces hasta ahora. ¿Olvidaste a caso que vinieron a casa y nos entregaron entusiastas la invitación?

-Cierto. Lo lamento lo olvidé, las giras y grabaciones me han tenido completamente distraído.

-Espero que tengas listo tu traje...

-Bueno... el asunto es que...

-No, no comiences...-contesté un poco molesta.

-Amor, lo había olvidado, además que Roger programó una visita a la BBC mañana para presentar el álbum, tú estarás prácticamente a media hora de aquí mientras eso sucede.

-¿A qué hora será la presentación?

-En el horario de las ocho de la noche y Waters quiere las dos horas anteriores para ensayar.

-¡Por favor!- exclamé molesta –La recepción de la boda será a las tres de la tarde, todo se celebrará en el mismo lugar: la ceremonia, la comida/cena y la fiesta... podrías llegar, bueno si es que terminan temprano.

-O quizá podría acompañarte a la ceremonia de unión...-comentaba pensativo y con cierta culpa. Lo miré sintiéndome un tanto irritada, además me afligía no estar con él en este tipo de eventos sociales y familiares; para la boda de Montse y Jasso tuvo que hacer un gran sacrificio. Pink Floyd iba en ascenso y no planeaban detenerse por nada, mucho menos por una boda que no significaba mucho para ellos y eso comenzaba a desilusionarme.

-¿Por qué debemos prescindir de nuestras salidas juntos y tener sólo unos días como recompensa?

-Te recuerdo que soy músico, no estoy en cualquier banda y durante el ascenso debemos triplicar el trabajo para lograr posicionarnos y posteriormente habrá tiempo para el descanso.- Me giré un poco molesta y él tiró su cigarrillo.

-Entiendo... no te preocupes, puedo ir sola.-contesté, tomé mi copa de vino y estaba por entrar casa cuando él me detuvo.

-Oye... ven, no hagas esto me haces sentir terrible.

-No sé cómo sentirme al respecto, yo también tengo un trabajo demandante, pero a veces pienso que pongo demasiado de mi parte.

-Te amo, pero no seas injusta...Te recuerdo que pasaste cerca de semana y media en Liverpool con tus amigos y Harrison para resolver aquel problema de la demolición. En esos días estuve aquí y ambos pudimos haber estado juntos.

-Al parecer nuestros asuntos nos separan- comenté y el asintió –Espera... ¿Por qué la esposa de Wright viaja con ustedes?

-Por eso mismo, por ser su esposa...

-Espera ¿Qué?... ¿Me estás diciendo que por ser esposa de de Rick, ella puede viajar con ustedes?

-Sí...

-¿Aunque no haga nada?

-Sí

-Y si fuera su novia o la prometida, no podría viajar...

-No...

-¿Qué carajo? ¿Por qué? ¿Es la regla de la esposa?

-No tengo idea, Roger y sus traumas. Ella incluso ha declinado algunas invitaciones, al principio era emocionante para ella, ahora ya no.

-Las ventajas de ser esposa...-dije burlona.

Se creó un extraño silencio nuevamente y él de pronto fijó su mirada en mí y sonrió ampliamente.

-Dime que no estás pensando en asesinarme- hice notar su extraña reacción

-No- contestó manteniendo esa sonrisa y acercándose a mí. –Es sólo que he encontrado la solución a nuestros problemas...

-¿Matarás a Roger?- ambos reímos fuerte y se acercó para besarme.

-No María, tampoco. Mira, si la única manera de estar juntos por todo el mundo es una sola... entonces...-al entender un poco lo que intentaba decirme mi expresión cambió radicalmente y dejé de sentir los pies.

-¿Qué?- di dos pasos hacia atrás.

-Creo que deberíamos casarnos- sonrió como nunca y mis ojos se abrieron tanto como el gran cañón. Mis manos hormigueaban y la boca se me secó.

-¿Deberíamos qué?- pregunté casi asustada. Él soltó unas risas divertidas y enternecidas. Y ahí, debajo de la puerta del jardín trasero, estando descalzos, habiendo tomado vino tinto, sintiendo la tenue brisa de ese viento veraniego de las cinco y media de la tarde... David tomó mi mano, se posó en una de sus rodillas y mirando hacia arriba dijo:

-María ¿Te casarías conmigo?

-Uhh... Uhm...

-Por favor- dijo levantándose y tomando mi rostro –Sé mi esposa- casi susurró.

Estaba en un completo shock, petrificada, sentía pánico y emoción, la cabeza me reventaría en cualquier minuto. David acariciaba mis mejillas sonrojadas, no sabía cómo sentirme al respecto, pero mirándolo a los ojos y notando lo dispuesto que estaba a pasar el resto de sus días conmigo, comencé a llorar. Estaba conmovida.

-David...

-¿Sí?

-Te amo- comenzamos a besarnos y al terminar respondí... –Sí.- él me miró de inmediato a los ojos, sorprendido por la respuesta, pero feliz por escucharla.

-¿De... de verdad?

-Sí David, sí quiero.-ambos reímos y nos abrazamos de nueva cuenta, él lo hacía con mucha fuerza y besaba mi coronilla; yo me sentía mareada y contenta, aunque me sentía extraña, no sentía que eso fuera real, jamás habría imaginado que ese día llegaría y mucho menos que fuera de David de quien recibiera la propuesta y no de George.... George. Hasta ese instante pensé en él y mis emociones viajaron repentinamente de arriba hacia abajo, él no debía enterarse de eso.

David y yo, al despertar de nuestro idílico momento, entramos a casa y contrario a lo que se pudiera esperar después de una propuesta de matrimonio, él tuvo que salir por una llamada repentina de Roger; su humor era distinto, quería pedirle que no comentara nada aún, pero sería extraño así que en cuanto salió, llamé a mis amigas.

Debería dejar que salgan del shock y mañana publicar el comentario final JAJAJA.

Este capítulo es importantísimo, además servirá para que se vayan creyendo que esta historia ya va llegando a su final.

Reflexionen todo lo que deban reflexionar, siéntanse libres de tomarse el tiempo que sea necesario para comentar jajaja.

Gracias por sus comentarios, los amo con el alma :3

Espero publicar pronto. Tengan un lindo miércoles.