● Something ●

-Si eso te hace sentir mejor y ha sido una decisión tomada a consciencia, que es como parece, no te cuestionaré. Espero que ambos puedan recuperarse pronto y sabes que puedes hablar con nosotras. -Gracias María- contestó mi prima -Pienso que este no es un lugar donde debamos intentar distraer nuestra mente... tenemos la tarde y noche libres así que... vamos a divertirnos.- Sofía y yo nos miramos y como realmente no queríamos llegar a casa a sentirnos mal y mirar televisión, decidimos ir las tres a un bar. Comenzamos con una ronda de cervezas cortesía de Delilah y la segunda la invitó un mesero que era conocido suyo, escuchamos a unos tipos tocar, quienes los presentaron dijeron que sería su última presentación en ese “bar de siempre” ya que recientemente habían conseguido un contrato con una disquera y a finales del ’68, no habría quien no los conociera. -¡Black Sabbath!- muchos tipos de cabello largo y con look de inadaptados comenzaron a gritar y al escenario subieron cuat

-Aún así debes saber que Sofía estudió Artes plásticas, por lo que pienso que puede ser un buen elemento. -Sin duda alguna. Sofía, si estás interesada, tráeme mañana mismo tu catálogo curricular- La invitó... -¿Entonces esperamos tu llamada? -La verdad...- contestó un poco indecisa y tocando su cabello –es que... no creo que haga falta hacerlas esperar, quiero comenzar cuanto antes, si de mí dependiera, dejaría todo este protocolo de lado, sólo quiero tener con qué sustentar el haberles dado el empleo... -Espera ¿cómo?... ¿entendí bien? ¿Estás diciendo que ya estamos contratadas?- preguntó Delilah -Así es...- contestó nuestra amiga descalza –sé que parece descabellado, pero, esto me tiene rondado la cabeza desde hace tiempo y no me gustaría aplazar más el proyecto. -¿Sofía también está contratada?- pregunté -Si a ella le interesa sí- las tres la miramos y ella un poco cohibida respondió -Claro... claro, me gustaría saber qué se siente trabajar en este tipo de cos

-Será mejor que no estemos aquí, además Delilah y yo tenemos una entrevista de trabajo, deberías venir con nosotras- contesté, Delilah tomó su bolso y miró a Sofía esperando una respuesta. -Claro será lo mejor y espero no molestarlas -Para nada. Ahora mete tu auto a la cochera para que podamos irnos.- Y así lo hizo. Pronto nos encontramos de camino a la agencia de modelaje en la que Twiggy trabajaba, ella misma nos recibió y nos presentó con otras modelos, hasta que llegamos al área de los escritorios y las grandes ventanas, ahí al fondo se encontraba sola una chica delgada, enfundada en unos jeans acampanados y un blusón con terminación curva y un lindo estampado tipo mandala; su blusón no tenía mangas y además estaba descalza. Caminamos hasta ella quien leía y tachaba sobre fotografías, mordía su bolígrafo y movía sus pies, supongo que a causa de la ansiedad. -Hola...- saludé tímida ya que parecía ocupada, ella levantó la vista un poco desorientada en muestra de alerta...

-Sé a qué te refieres... -Bien, es bueno que lo sepas y comprendas que te está haciendo mal, ahora podrás dar el siguiente paso y espero, sinceramente, que encuentres pronto un verdadero motivo para ser feliz y dejar de autodestruirte. -No quisiera que ahora tú hicieras lo mismo con tu vida... -Esos asuntos me conciernen a mí George, no te preocupes por eso. -María hay algo que quiero dejar en claro... aquellos días Pattie y yo... -George- dije levantándome un poco molesta por hacerme recordar la situación. -Escúchame... no pasó nada, ellas quisieron ir a Italia conmigo, me habían dicho que Ravi nos alcanzaría y que debíamos quedarnos en un hotel hasta que él llegara; dormíamos en habitaciones separadas y yo intentaba no pasar tiempo con ellas, pero Pattie inventó todo eso de nuestro “posible regreso”... sé que fui un idiota por permitirles tanto y luchar tan poco por ti, estoy pagando por eso, pero sí tú ahora estás bien, no me opondré a que continúes así.- él me toma

-¡George!- un poco sobresaltado, me recibió George Martin, irguiéndose y mirándome entrar mientras miraba y no, nervioso y un poco avergonzado... -Hola, disculpa la interrupción- dije mirándola de reojo en una que otra ocasión-sólo vine a dejar mi lista de invitados para la noche de la premiere. -Bien, en un segundo ponemos a alguien a encargarse de eso... en cuanto a ti, gracias por aceptar, es una suerte que Pink Floyd haya pospuesto sus grabaciones- agregó Martin mirando a María quien no estaba menos tensa e incómoda que yo. -Lo sé, fue una suerte para ustedes- contestó con una sonrisa forzada–Ahora... debo irme, tengo otra cita y quedé de pasar por Delilah.- dijo mirando su reloj -Suerte con eso... y saluda a Delilah de mi parte- dijo Martin sonriendo con cierta diversión -Le dará gusto escuchar eso. Hasta luego- ella salió, antes claro dirigiéndome una mirada tímida. -Si no vas atrás de ella ahora que la tienes cerca, no enviaré invitaciones a ninguna de las per

“Adiós María”, pronunció en la voz más cálida y caballerosa, esbozó una media sonrisa y subió a su auto... lo siguiente que hice fue volver al interior y dejarme caer en el sillón pensando en muchísimas cosas poco apropiadas con él al mismo tiempo que recurría mentalmente a “La vie en rose” en la versión de Louis Armstrong- finalicé riendo porque recordarme fue sumamente divertido, aquella noche me sentía como adolescente en su ilusión más “platónica”... -Wow... -Así es, creo que es bastante correcto y educado como para realmente intentar algo más atrevido con alguien.- dije pensativa -Pues tú pudiste bien hacer algo al respecto... -¿Qué? -¡Yo ya lo habría encerrado y hecho no sé qué tantas cosas!- gritó ella en un tono obvio y ambas reímos. Se acercaba la fecha para presentar el resultado final de Yellow submarine, los chicos y yo presentamos nuestras canciones y decidimos que mientras más rápido y pronto las grabáramos, menos preocupados debíamos estar al respecto,

-No- contesté riendo –él se percató de mi estado de ánimo y dijo “el que existan personas que no sepan apreciar a alguien con tantas virtudes, no sólo profesionales, sino también personales, no significa que no seas importante” -Y lo besaste- volvió a interrumpir muy divertida... -No- contesté de nueva cuenta entre risas -¿Qué demonios María?- decía irritada -Entonces no te seguiré contando -Ya, no seas sentida, anda- ella ponía los platos en la mesa y me miraba con atención. -Agradecí su comentario y platicamos un poco sobre cómo me sentía respecto a Harrison y me fue inevitable convertirme en una magdalena por tanto llanto, él muy atento me preparó un té y nos quedamos un momento más platicando para que yo pudiera entrar en calma. Posteriormente salimos porque ya era tarde y había una fuerte lluvia que amenazaba en convertirse en tormenta, me puse mi abrigo y él me cubrió con su paraguas; aún no tenía el auto que me regalaría James, así que Martin se o

-Bien pues no se diga más, les dejo esta tarjeta con el número de la agencia, llamen, digan que irán por parte mía, ya hay una chica a cargo de la dirección pero como es quien está iniciando el proyecto, dudo que quiera ser llamada “jefa”, es de nuestra edad, supongo, y es muy agradable trabajar con ella, su nombre es Kate- terminó sonriente, ella parecía en verdad necesitar de trabajadores, ya que no respiró mientras intentaba convencernos. -Ahí estaremos, a primera hora- dije sonriente, nos despedimos y subimos a mi auto. Después de que Delilah terminara con su delirio por conocer a Twiggy y lo genial que sería trabajar con ella, recordó aquel tema sobre George Martin e insistió. -Entonces... estábamos en... -No me digas que... -Sí, estabas por decirme si ninguna vez pasó por tu cabeza tirarte a George Martin- yo me reí y ella parecía hablar en serio... lo estaba, así que la miré y mordí mi labio inferior. -¡Ajá! Lo sabía, sabía que sí -De hecho... hay algo muy curio

Delilah y yo salimos, ella miró hacia la oficina de George Martin que acababa de cerrarse y después me miró a mí. -¿Ahora a dónde vas?- preguntó al ver que caminaba hacia el otro lado de los estudios -Tengo que ir a firmar ese contrato con la gente de Floyd -Oh cierto... oye, ¿él era tu jefe? -No, mi jefe era Brian -Ah... -¿En qué piensas?- contesté al notar su mirada en cualquier muro de su mente -María, sé que quizá no sea prudente decirlo pero... ¿jamás pensaste en tirártelo? -¿Qué?- dije riéndome, a veces tenía unas ocurrencias bastante graciosas -Vamos, ¿ni una sola vez? George Martin es un tipo que pese a ser muy serio y educado es bastante atractivo y coqueto... -Coqueto...- repetí divertida -Sí, ¡no me dirás que no lo notas! ¿En verdad no has pensado ni poquito en la posibilidad de...? -Estamos por entrar, guarda tu curioso tema para cuando salga de firmar- contesté sonriente, ambas entramos, platicamos, nos presentamos como firma fotográfica y el c

-Buenas tardes George- dije un poco apenada por causarle distracción -María, qué gusto verte, ¿gustas tomar asiento?- saludó cordialmente -Por cierto ella es Delilah, creo que ustedes dos no se conocían... -No nos conocíamos, es un gusto Delilah- contestó Martin estrechando la mano de Delilah quien sólo sonrió y pude notar un ligero rubor en sus mejillas; George sonrió aún más al ver que Delilah no había parpadeado y yo moría de risa internamente. -¿A qué se debe tan sorpresiva correspondencia?- pregunté mostrando la carta que habían enviado -María sé que has renunciado... pero nos gustaría tenerte cubriendo el día de la premiere de la película de los chicos, no hemos encontrado gente tan comprometida con su trabajo como lo estás tú. -Vaya...-dije poniéndome algo rígida, no quería tener ningún trato con los Beatles; en ese momento de titubeo miré de nuevo a Delilah y se me ocurrió una mejor idea. -¿Qué dices? -Puedo aceptar... aunque esta vez lo hago como “f